Donuts de siete estrellas
Red Bull ha festejado su flamante doblete mundialista con una celebración por todo lo alto en la ciudad más poblada de los Emiratos Árabes Unidos, Dubái, donde David Coulthard ha sido el protagonista de una jornada de motor del todo inusual.
El escocés, habitual del volante en las jornadas promocionales de la escudería, ha sido el encargado de pilotar un Fórmula 1 en el famoso a la par que ostentoso helipuerto del hotel Burj Al Arab, una infraestructura de 24 metros de diámetro que está situada a 210 metros de altura sobre el nivel del mar.
Sin embargo, la peligrosidad de tal hazaña no fue ningún inconveniente para que Coulthard quemara goma y completara una serie de donuts para dar comienzo al fin de semana del Gran Premio de Abu Dabi.
"Ha sido divertido. Cuando Red Bull me propuso la idea, yo dije: '¿por qué no?' Me gusta participar en todo lo que vaya más allá de los límites, eso es lo que Red Bull quiere hacer. Me siento privilegiado por haber formado parte de ello, creo que esto nos ha dejado algunas imágenes increíbles e icónicas en una ciudad fantástica", ha comentado el escocés en declaraciones al departamento de prensa del equipo.
