Valentino Rossi ya sabe lo que es subir al podio en el GT World Challenge
Valentino Rossi ya sabe lo que es subir al podio en GT. El ex campeón del mundo de motociclismo, reconvertido a las cuatro ruedas el pasado año, holló el segundo escalón del podio en la segunda de las carreras de las Fanatec GT World Challenge Sprint disputada este fin de semana en Brands Hatch.
Es cierto. Rossi había subido al podio, ganado incluso, con un GT algunas pruebas de resistencia, en Oriente Medio, pero se trataba de carreras de segundo nivel, mientras que en Brands Hatch estaba buena parte de la élite de los pilotos de esta categoría. Un resultado que alimenta su interés por estar presente en las 24 Horas de Le Mans con un GT3 el próximo año -este, correrá en Le Mans, pero en la categoría Le Mans Cup, que acompaña a las 24 Horas- y dar el salto a GTDh en 2025.
Rossi, acompañado por Michele Martin llevó el BMW M4 GT3 del Team WRT a la segunda plaza, a sólo 3”7 del Audi de Drudi-Feller. Rossi, que hizo el segundo relevo, aguantó la presión de sus compañeros Weerts y Vanthoor, que entraron a menos de un segundo.
Fue un cambio radical de la suerte de Rossi, que en la primera carrera sólo pudo ser 15º a prácticamente un minuto de los ganadores, el Mercedes de Marcello y Bougslavski. Marcello había marcado un gran ritmo en su relevo, pero su compañero no era tan rápido y Feller se le echó encima en los compases finales, para entrar en la meta a sólo seis decimas, mientras Weerts y Vanthoor acababan terceros
Drudi y Feller salen de Brands Hatch como líderes con un 21º y un primero. El Mercedes ganador de la primera carrera sólo pudo ser sexto en la otra.
Albert Costa era el único español en pista. Costa ya no es piloto oficial de Lamborghini, pero sigue con el equipo de Emil Frey, a los mandos de uno de los nuevos Ferrari 296 GT3.
El barcelonés tiene un compañero interesante, el holandés Thierry Vermeulen, protegido de la familia Verstappen —de ahí el apoyo de Red Bull al coche— y que tuvo un invitado especial en el box, Lando Norris.
Costa brilló en la primera clasificación, marcando el segundo tiempo, superado sólo por Marciello. En la primera carrera mantuvo presión sobre el italiano, pero en el repostaje perdió toda posibilidad de podio. “Hemos sido rápido, pero el domingo ha sido para olvidar. Hemos tenido un problema en los dos repostajes, el coche no quería volver a ponerse en marcha”, explicó Albert.
Séptimo en la primera carrera y 14º en la segunda, donde en el segundo stint protagonizó una gran remontada, ganado diez plazas. A Vermeulen le dieron un empujoncito hacia la valla en los compases iniciales y aunque pudo evitar el golpe, quedó al fondo del pelotón.
