Palou recibe la Copa Astor como campeón de IndyCar
Jornada de gala ayer en Indianápolis. Alex Palou recibió la Copa Astor, el tradicional trofeo al campeón de la IndyCar, en Indianápolis.
Era el acto culminante del ‘Victory Tour’. Para los campeones, la IndyCar no acaba con la última carrera, sino que después se enfrentan a un periplo a lo largo y ancho de Estados Unidos, tanto para recibir homenaje de los aficionados como para apoyar la promoción de la categoría.
Anoche, hora estadounidense, fue un momento importante para Alex y Chip Ganassi. Tras un abrupto fin de temporada 2022, las caras no podían esconder tamaña felicidad. Han conseguido todo lo imaginable, salvo la Indy 500, asignatura pendiente que a buen seguro quieren superar el próximo año, amén de su tercer título juntos. Recientemente anunciaron que iban a seguir juntos en 2024.
El piloto catalán ha ganado casi un tercio de las carreras disputadas –cinco de diecisiete–, ha subido al podio en más de la mitad –diez de diecisiete– y ha acabado todas las citas en los ‘top 8’. Su coche, el número 10, número del éxito. Su patrocinador, American Legion. El lema escrito, ‘Be The One’ (Ser el Uno), que parecía anticipar el destino. Se proclamó campeón con una prueba de antelación, lo que no sucedía desde 2007. Es su segunda corona en tres años.
Para Chip, su tercera corona en cuatro años. Su 16º título como propietario de equipo. Y no sólo uno de sus pilotos ha sido campeón, sino que otro ha sido subcampeón, Scott Dixon, y un tercero, Marcus Armstrong, ganó el título de ‘rookie del año’.
Ricky Davis, el jefe de mecánicos de Palou, recibió el Premio Pennzoil al mejor mecánico. Y Barry Wanser y Blair Julian recibieron el premio a los mejores gerentes de equipo.
Lo único que no pudieron hacer Alex, Scott y Chip fue dar el título de constructor a Honda; Chevrolet se llevó este honor.
