La prólogo del Dakar, un aviso a navegantes
La prólogo en automóviles no cuenta para la general, sino para decidir un orden de salida para la primera etapa, así que muchos pilotos tienen la costumbre de gestionar, para no abrir pista.
Entre éste y el shakedown, los pilotos tienen además una idea de las dificultades que les ha preparado David Castera… aunque luego, las etapas de verdad siempre superan la dificultad de este escarceo inicial.
Pero la prólogo ha sido un ‘aviso a navegantes’. Y nunca mejor dicha la palabra, porque ha sido un aviso para los copilotos. Mathieu Baumel, copi de Al-Attiyah, señala que un copi es muy importante, vital. "En el Mundial de Rallies, un copiloto no cuenta más que en el 15% del resultado final. En el Dakar, puede ser clave, influir en un 50%, incluso más en algunas etapas", había dicho hace un par de años.
En sólo 27 kilómetros han sido muchos los que han cometido algún error en el recorrido, que han tenido que dar ‘marcha atrás’ para volver a la buena senda. No han perdido mucho, pero están avisados de que puede haber sorpresas.
"Yo hago todo lo posible para que el Dakar siga siendo una aventura", señala David Castera. Y por eso cada año aprieta un poco la tuerca más en la navegación.
"El roadbook es un poco más complicado que el año pasado. La navegación forma parte de la carrera", señala Castera, que tiene muy asumido que recibirá críticas por ello, pero tiene claro que ello no depende sólo de la calidad del roadbook.
"Repito, va a ser más difícil que el pasado año. Que no le vaya a gustar a algunos, depende de si se equivocan o no se equivocan. Siempre es así", señala Castera. Quiere navegación difícil "porque si no, serían especiales del Mundial de Rallies [aunque de talla 6XL]".
Castera reveló que en el pasado Marruecos, Mathieu Baumel, el ‘copi’ de Al Attiyah, le dijo que había un exceso de navegación y eso podía ser peligroso. "Le respondí que, si no le gustaba, podría hacer con Nasser sólo los rallies del Mundial".
El tema de Marruecos es que en el roadbook ya no se indicaban los ‘cap’, los rumbos, y navegar es más complicado.
Los copis ya no tienen la ayuda de los ‘map man’, es casi inútil repasar los mapas vía satélite, no pueden añadir sus propias marcas al roadbook. Tiene su parte buena: se acabaron las noches de ‘pintar’ de colores el roadbook en lugar de descansar. Aunque Mathieu Baumel señala que todavía consulta Google Earth, "porque me da una idea global de la zona por donde pasamos".
Lucas Cruz señala asimismo que él se ocupa de más cosas que navegar. "Me encargo de la parte de los valores del coche, de la navegación y sobre todo de mantener la calma". Lo de los valores del coche es ‘labor añadida’: el piloto tiene que ir tan pendiente del terreno –se conduce a vista– que rara vez puede mirar con cierto detenimiento el estado de temperaturas, presiones, consumo, etc.
Lucas dice que el respeto entre piloto y copi es básico. Muchos Dakar se han perdido cuando ambos se han enfrentado. "Hay veces que cuesta convencer al piloto. Él puede ver una pista muy marcada y el roadbook señala otra menos visible", explica Lucas. Lo peor puede llegar tras un error de recorrido y llegar a un nuevo punto conflictivo, porque el piloto ve una cosa en la pista y el copi otra en el roadbook; la falta de confianza puede inducir al error. Y hay que tener una cosa clara, los errores son algo presente en el Dakar, tanto de conducción como de navegación, y no una sino varias veces.
