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¿Tu coche te espía? En Estados Unidos ya comparten datos con el seguro

13/03/2024 17:35

Los coches están cada vez más conectados y nada hace pensar que esta tendencia vaya a cambiar en el futuro. Todas las marcas ven en la digitalización un nuevo y lucrativo campo por explorar. 20.000 millones de euros, dijo Stellantis en 2021 que esperaba facturar en 2030 tan sólo gracias a su departamento de software. La conectividad tiene un gran potencial, pero también traerá consigo algunos retos que quizá nunca anticipamos.

Uno de ellos es la ciberseguridad: un coche conectado a la Red es susceptible de ser atacado por hackers, como puede ocurrir con un ordenador convencional. En consecuencia, la Unión Europea ha diseñado una nueva normativa de ciberseguridad que será de obligado cumplimiento para todos los coches que quieran venderse en el continente a partir del próximo 1 de julio.

Otro reto es el de la gestión de los datos que generen los vehículos en su uso diario. La conexión a Internet es fantástica para obtener datos en tiempo real, por ejemplo, sobre el estado del tráfico. ¿Pero qué ocurre con los datos del conductor? ¿Cuán seguro es que las marcas hacen un uso responsable de estos datos? En Estados Unidos, acaba de explotar un primer caso de posible mala praxis.

Conductores de coches fabricados por General Motors, Ford y Honda, entre otros, han denunciado al New York Post que el seguro de su vehículo se ha encarecido. El motivo: que su coche ha compartido datos privados sobre su uso con la compañía aseguradora de turno y que ésta ha usado esta información a su favor. Dicho de otro modo: que si el conductor corre demasiado, el seguro lo sabe gracias a estos datos y lo refleja en la siguiente factura.

La venta de datos privados se produce a través de programas de suscripción que los conductores contratan para poder acceder a más información sobre su estilo de conducción, a fin de entender qué están haciendo mal y cómo pueden conseguir una conducción más eficiente o inteligente.

Un empresario de 65 años oriundo de Seattle, Kenn Dahl, ha dicho que su seguro se encareció un 21% en 2022. Su coche, de GM, recopiló datos durante seis meses y los reunió en un informe de 258 páginas que contenía la hora de cada viaje y la distancia recorrida, pero también información sobre el comportamiento al volante –agresividad en el uso del freno, el acelerador y la dirección–.

Otro usuario explica al New York Post que le han denegado un seguro en siete compañías distintas en base a las conclusiones de este mismo informe, que habría delatado su condición de conductor demasiado agresivo y temerario.

El New York Post asegura que Subaru, Mitsubishi, Honda, Kia y Hyundai también venden esos datos a aseguradoras a través de sus servicios de suscripción. También apunta a Ford, aunque ésta lo ha negado explícitamente.