¿Qué siente un piloto de la Indycar?
Sólo unos pocos elegidos en todo el mundo tienen a su alcance la posibilidad de ser un piloto de competición en alguna de las grandes categorías del automovilismo. Si nos centramos en los monoplazas, la Fórmula1 y la Indycar estadounidense son la cúspide de esta modalidad del automovilismo. El vídeo adjunto nos muestra una aproximación a las fuerzas G a las que los pilotos de de la categoría de monoplazas estadounidense se enfrentan en los óvalos en los que compiten.
Los mortales jamás podremos experimentar lo que se siente al volante de un monoplaza de alto rendimiento, pero el piloto Graham Rahal, y su equipo, el Rahal Letterman Laningan Racing, nos ofrecen la posibilidad de acercarnos bastante. Con motivo de los entrenamientos de pretemporada que la Indycar celebraba en el corto oval del Internationa Raceway Phoenix.
La única indicación es la de las fuerzas G, que alcanzan un pico de 5’38. Pero es mucho más. Es la precisión en la búsqueda de la trazada y rozar el muro exterior a la salida de las curvas. Es controlar el cambio. Es modificar parámetros a través del volante. Es estar pendiente del tráfico –aunque en el vídeo apenas hay–. Es la fuerza a aplicar con las manos al volante. Esto es el arte de la conducción deportiva de alto nivel en primera persona.
Un regalo de casi tres minutos que tienes que disfrutar:
