ESTUDIO

¿Qué determina el gasto médico de una víctima de tráfico?

Fernando Sancho
18/02/2016 00:58

Una de las peores experiencias que se puede vivir como conductor es sufrir un accidente de tráfico. Las secuelas físicas para las víctimas de tráfico pueden ser diversas y los tratamientos muy diferentes y complejos. Es por ello que las aseguradoras intentan encontrar el balance perfecto entre una asistencia de primera calidad y un precio reducido. Y en este punto la duda es clara... ¿Sanidad pública o privada?

Cuando se produce un accidente de tráfico, la compañía de seguros asume los costes de la atención sanitaria de los afectados a través del Seguro de Responsabilidad Civil que todo propietario de un vehículo debe contratar. Sin embargo, al tratarse de una póliza que se hace cargo de los daños producidos a terceros, el conductor no queda cubierto y deberá contratar un seguro específico, de tal forma que la clínica privada o el centro público reclame el importe de los tratamientos a la aseguradora.

En este punto, surge la confrontación. El conductor puede elegir entre un centro público o privado para su recuperación, con un 60% optando por el sector privado. A pesar de ello, la tendencia es la utilización del Sistema Nacional de Salud (SNS), por comodidad y precio. Según denuncia la Federación Nacional de Clínicas Privadas, la Sanidad Pública realiza un ejercicio de 'competencia desleal' en la atención sanitaria al cobrar un 90% menos a las aseguradoras que los centros privados, cargando la diferencia en el presupuesto global público.

El coste del tratamiento de una víctima de tráfico se reduce en un 90% para la aseguradora en centros públicos.

La forma de disipar estos gastos atienden a la tardanza en la rehabilitación inmediata al tener que pasar por la lista de espera, la aparición de empresas externas gestoras de lesionados que no tienen infraestructura clínica propia y la ausencia de un tratamiento psicológico acorde a la rehabilitación, tanto para el conductor como para familiares. Ante esta situación, la Federación Nacional de Clínicas Privadas pide que se produzca una actualización de las condiciones para ajustar las diferencias de la sanidad pública y privada.

En términos prácticos, el usuario no debe notar la diferencia entre un centro público o privado, pese a que 9 de cada 10 clínicas privadas tienen unidades especializadas. Sin embargo, las aseguradoras lo notan en su bolsillo. Ante una misma patología, el precio de una clínica privada  sin convenio de tráfico es de 9.338,46 euros de media, por los 4.419,72 euros de las clínicas que sí lo tienen. El gasto en un hospital público se reduce a 591 euros. Datos que reflejan que tras un accidente de tráfico también hay negocio.