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Los coches autónomos serán conductores legales también en Alemania

José Miguel Vinuesa
15/05/2016 18:38

Uno de los grandes dilemas de los coches autónomos es como aplicar un término tan sencillo y a la vez tan complejo como la responsabilidad civil. Al respecto, Google mandó una misiva para conocer los términos que propone el Gobierno de los Estados Unidos y la respuesta ha sido clara. Los coches autónomos de Google podrían considerarse como conductores por ley federal, y en el mismo sentido se ha pronunciado el Parlamento de Alemania.

Así lo ha explicado la Agencia Nacional de Seguridad de Tráfico en Carretera de los Estados Unidos –NHTSA–. En términos prácticos y tras recibir un diseño de un coche que no tiene necesidad alguna de un conductor humano, esta institución entiende que los vehículos no tendrán un conductor en el sentido tradicional de la palabra. Una decisión que a pesar de sonar lógica y casi a perogrullada, es un paso importante. De hecho es un gran avance para instaurar la llegada de este tipo de vehículos.

De esta forma, la inteligencia artificial desarrollada por Google o por cualquier otro fabricante sería en términos legales el conductor del coche, siempre y cuando esté conectada al piloto automático del vehículo. Este hecho despeja mucho el camino a la hora de que las marcas implanten vehículos autónomos en tráfico real y en parte acelera la carrera tecnológica en torno a estos coches. Distintas marcas como Ford, Audi, Volvo o Citroën ya tienen prototipos avanzados, aunque nadie se acerca al nivel de Google.

Y es que hasta la fecha las normas de seguridad estatales y federales impiden la realización de pruebas de coches autónomos. Las excepciones se pueden contar con los dedos de una mano, aunque la más conocida es la de California, que permite el uso de coches autónomos en circulación abierta, pero con la presencia de un conductor con licencia que esté pendiente del volante. En España también se ha permitido recientemente este tipo de pruebas bajo un marco legal similar.

En idéntico sentido, el Parlamento Alemán ha aprobado una serie de leyes que delimitan la responsabilidad civil en los supuestos de conducción autónoma. Así, el vehículo deberá ir dotado de una caja negra que registre en todo momento si funciona autónomamente o guiado por el conductor. Las consecuencias no son pequeñas: si el coche circula en modo autónomo, el responsable de un accidente será el fabricante; y de ser el conductor el que está a los mandos, éste sería el que asumiría las consecuencias legales.

Junto a ello, las leyes alemanas permitirán a los conductores quitar las manos del volante y no prestar atención a la carretera en el momento en el que el sistema autónomo esté activado, sin que quepan sanciones por ello en caso de demostrar, siempre con la caja negra, que el sistema estaba activado.

Los pasos legislativos hacia la conducción autónoma, aunque lentos, son firmes, y en territorio europeo Alemania se coloca como uno de los países punteros en esta materia.