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La antigua fábrica de Derbi pudo ser una planta de baterías hace una década

07/04/2024 12:20

S.M. El Rey visitó el pasado viernes la planta de baterías que Seat está construyendo en Martorell, junto a la fábrica de automóviles, que debe estar operativa en 2025.

En realidad, se trata de un planta de ensamblaje con las células de baterías que llegarán desde Sagunto. Pero en realidad un proyecto clave para la fabricación de coches eléctricos e híbridos para las dos marcas, Seat y Cupra, o para cualquier otro coche eléctrico del Grupo VW que pueda ser fabricado en Martorell.

Durante la visita, tanto Thomas Schäfer, el presidente del Consejo de Seat, como Wayne Griffiths, consejero delegado de la marca, urgieron al Gobierno español y a Europa un apoyo firme y decidido “porque el futuro de la industria del automóvil está en juego”. En juego en España y en toda Europa.

Entre esto y las recientes afirmaciones de Carlos Tavares, el presidente de Stellantis sobre el futuro de las baterías y que no había que fiarlo todo al eléctrico, me ha venido a la memoria una conversación que tuve con Vicens Aguilera, hace ya una década mínimo, quizás incluso algo más.

Vicens, que fue director del Centro Técnico de Martorell, era de director del Cluster d’Automoció de la Generalitat de Catalunya y vio una oportunidad clara cuando el Grupo Piaggio decidió cerrar la factoría de Derbi en Martorelles y la Generalitat se planteaba el uso que podría dársele. Es importante remarcar que, pese al parecido con el nombre, Martorelles es una población que no tiene nada que ver con Martorell. De hecho, está cerca del Circuit de Barcelona-Catalunya, a unos 30 kilómetros de la fábrica de Seat.

Ya entonces, Aguilera propuso crear allí una fábrica de baterías, sobre todo pensando en el mundo de las dos ruedas en los scooters urbanos. Tenía claro que podrían ser los vehículos más fácilmente electrificables antes de que el boom llegara al automóvil. Coincidía en el tiempo prácticamente con la creación de la marca Silence por parte de Carlos Sotelo, de la que en la actualidad Acciona es accionista mayoritario y que se apresta a lanzar un cuadriciclo eléctrico.

Aguilera consideraba que la electrificación era un paso ineludible en el mundo de la movilidad “aunque en el futuro convivirá con otras fuentes de energía” y pensaba tanto en los biocombustibles como en el hidrógeno, para que hubiera en todo momento los clientes pudieran elegir la fuente energética más adecuada. Recuerdo perfectamente lo que batalló en vano. Las autoridades políticas, que este viernes se felicitaban por la nueva instalación entonces no lo tenían claro.

En Martorell está previsto fabricar el Cupra Raval, totalmente eléctrico, y el Volkswagen ID2, mientras que en Navarra se fabricará el Skoda Epic eléctrico.

He recordado aquellas palabras de Aguilera porque refuerzan mi impresión de que España y Europa está llegando tarde al mundo del eléctrico, que está en manos de las marcas chinas y Tesla. Quizás con aquella inversión entonces, hoy España podría ser pionera en Europa. Y hay mucho que trabajar para recuperar el tiempo y el terreno perdido, pero sobre todo hay que tener visión de futuro.