NOTICIA

La amenaza de la contaminación en las grandes ciudades

Fernando Sancho
31/12/2015 18:19

La contaminación es un problema de todos, pero en los últimos meses se está haciendo palpable en las grandes ciudades de una manera sistemática. Unos días sin viento y un par de semanas sin lluvia son los ingredientes básicos para que los gases de los escapes de los vehículos, de las industrias y de los hogares generen la conocida 'boina' sobre las grandes ciudades como Madrid, París, Milán o Shanghai.

El particular clima de este otoño e invierno no pone nada fácil la gestión de la contaminación ambiental y es por ello que varias ciudades se han visto en la obligación de tomar medidas al respecto. Por cercanía, Madrid es la ciudad más representativa. La capital de España se vio obligada a reducir velocidad en los accesos a la nuez central de la ciudad y en la M-30 e incluso en alguna jornada puntual ha obligado a prohibir el estacionamiento en las zonas controladas por el Servicio de Estacionamiento Regulado.

Sin embargo, las medidas tomadas por Madrid son casi anecdóticas en comparación con las llevadas a cabo por el Gobierno de Italia. Tras más de 100 días con valores demasiado altos de contaminación en el aire y 50 días sin precipitaciones, Roma prohibió circular vehículos privados, ciclomotores y motocicletas por sus calles durante los días 28 y 29 de diciembre, tras probar el sistema de matrículas alternas. Por su parte, Milán aplicó idéntica medida entre los días 28 y 30. Otras ciudades afectadas han sido Nápoles, Turín o Pavía.

Aunque la contaminación parece afectar especialmente a los países sur de Europa por los anticiclones que se han vivido sobre España, Italia o incluso Francia -París no se libra-, lo cierto es que estamos ante un fenómeno global que ha afectado a ciudades situadas en puntos muy dispares del planeta y con climas muy diferentes. Shanghai atraviesa una alerta amarilla por los peores niveles de contaminación en dos años, con mediciones de partículas contaminantes 12 veces por encima de lo máximo recomendado. Pekín o Montevideo también se han visto afectadas.

¿Y cuál es la solución? Está claro que mirar al cielo para ver si llueve y el agua arrastra todos nuestros problemas no es una solución real. Las medidas tomadas por los Ayuntamientos y Gobiernos pueden suponer un trastorno muy importante para los ciudadanos, pero a ojos vista es necesario. Sin embargo, es más importante crear una conciencia global de la sociedad y más que nunca, apoyar el transporte público y otras alternativas de movilidad. Los coches eléctricos, híbridos o de pila de hidrógeno son el futuro, pero deben ser también presente.