KidStance, la empresa que tunea coches de juguete

No se trata sólo de añadir pegatinas o pintura. No. Esto es una personalización en toda regla. Hablamos de alerones, de un sistema de audio personalizado, de ruedas y llantas, e incluso de rebajar la altura del coche. Pero tu hijo debe ir cómodo, así que le ponen hasta asientos de cuero. Por desgracia, no hay noticias de un aumento de potencia en la batería.

Los precios de las modificaciones oscilan entre los 438 euros de una actuación mínima, a los casi 5.000 euros de una revisión profunda y detallada. La media de coste suele ser de 1500 euros. Normalmente usan los modelos fabricados por Power Wheels, e incluso han realizado restauraciones íntegras de antiguos modelos, con acabados impecables. Como nuevo.

KidStance empezó por casualidad, cuando Denver y Vicktoria Pettigrew, de Florida, compraron uno de estos coches para su hijo y lo modificaron. Empezaron a lloverles peticiones de otros padres, y ahora se ganan la vida como modificadores de coches de juguete.

Los niños lo agradecen. Si ya es ilusionante conducir tu pequeño superdeportivo, que encima tenga un aspecto tan impresionante sólo hace que ponerles una gran sonrisa en la boca. Y de eso se trata con los niños.