CURIOSIDAD

Un juez libra de pagar dos millones de euros a Ferrari al dueño de una réplica del F430

19/10/2023 11:24

Un individuo adquirió en 2018 un Ford Cougar modificado hasta el punto de tener la apariencia de un Ferrari F430, lo que derivó en una denuncia por parte de la marca italiana que, de no ser por la sentencia emitida ahora por un juez, le iba a hacer pagar más de dos millones de euros y tener la posibilidad de ir a la cárcel.

Los hechos se remontan a octubre de aquel año, cuando el propietario del coche se lo adquirió a 'personas desconocidas que le habían hecho diversas modificaciones'. Ésta afectaban tanto al exterior como al habitáculo del Cougar, emblemas incluidos, y desde luego que el resultado final recordaba considerablemente al Ferrari F430.

El titular del Juzgado de lo Penal número 3 de La Coruña ha determinado que no hay un delito contra la propiedad industrial al considerar que el acusado no tiene conocimiento acerca de modelos o dibujos industriales de vehículos, ni tampoco de la existencia de un registro por parte de Ferrari de los componentes del F430 Scuderia en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea. "Este elemento subjetivo, esto es, el conocimiento del registro, no es algo que se pueda presumir, sino que las acusaciones han de probar. No cabe suponer, en primer lugar, que Ferrari registre todos y cada uno de sus modelos o dibujos industriales, ni que lo haya hecho de todos y cada uno de los componentes que en el Ford Cougar replicasen. El acusado adquirió el vehículo con pleno conocimiento de que, en realidad, no se trataba de un Ferrari", ha declarado el juez.

Otra de las claves del asunto es que el dueño del coche no tenía intención alguna de venderlo. El objetivo del mismo era usarlo como vehículo de gerencia de su establecimiento, curiosamente de venta de coches de segunda mano. El día que la policía incautó el vehículo, 22 de octubre de 2018, en Arteixo, éste lucía unas pegatinas publicitarias del negocio en los laterales.

El juez recalca que este tipo de delito, además de exigir el conocimiento previamente descrito, requiere que la posesión o utilización del vehículo debe hacerse con fines industriales o comerciales, algo que no ha sucedido. No se ha podido probar que el coche se haya puesto a la venta ni que una foto suya haya aparecido en la web del establecimiento. Se trata, por tanto, un coche de uso privado, lo que no daña los intereses comerciales de Ferrari.

Aún queda la posibilidad de que Ferrari presente un recurso ante esta sentencia, si bien el juez, en su resolución, plantea ciertas preguntas que aportan algo de cordura al asunto: "¿Acaso el uso de un coche tuneado, que aún para los menos entendidos claramente resulta patente que no es un Ferrari, vulnera las reglas de la competencia? ¿Va a perder la marca Ferrari alguna venta de sus exclusivos vehículos por el hecho de que un vendedor de coches de segunda mano se pasee por Arteixo en un Ford Cougar que se parece a un Ferrari? ¿De verdad que se está pretendiendo una condena a penas de prisión y que incluye, de manera añadida, el pago de no menos de 2,1 millones de euros por el daño reputacional provocado por el acusado en la imagen de la marca?"