PRUEBA

¡Ya es primavera! Probamos el A5 Cabrio, ¿el último Audi descapotable de gasolina?

19/03/2024 09:29

Probamos el Audi A5 40 TFSI Cabrio, un vehículo que puede ser el último cabrio de gasolina a la venta por parte de la marca de los cuatro aros y que equipa un motor de 204 caballos con un par máximo de 320 Newton metro. Su precio de salida es de 57.290 euros.

¿Recuerdas cuando los cabrios estaban de moda? ¿No? Pues te lo contamos: llegaron los techos de metal –Mercedes SLK en 1998 y Peugeot 206 CC, por coupé-cabrio, en el año 2000– y se desató una fiebre similar a la que ahora tenemos con los SUV: Peugeot tenía dos descapotables y puso uno de ellos, el 307 CC, a competir en el Mundial de Rallies, Ford fabricó el Focus Cabrio, Opel el Astra, Volkswagen el Eos… incluso marcas japonesas como Nissan con el Micra o Mitsubishi con el Colt llegaron a ofrecer descapotables con el techo realizado en metal. Entre las marcas premium, a veces cuajó el techo metálico y a veces no, pero lo que sí abundaron fueron los descapotables: Mercedes-Benz tenía el Clase C, el Clase E y el CL Cabrio, todos de cuatro plazas, y los SL y SLK biplazas ¡nada menos que cinco!, BMW los Serie 2, Serie 4, Serie 6 y hasta el i8 cabrio, y en el caso de Audi el A3, el A5, el TT y el R8 tenían capota de lona.

Pero todas las modas pasan –excepto, según parece, la de los SUV– y lo que antes era una enorme oferta se ha reducido actualmente a diez o 12 descapotables a la venta: ningún generalista tiene cabrios en su gama, a excepción de Volkswagen, y las premium han reducido sus gamas al mínimo. ¿Qué ha pasado? Podríamos hacer un sesudo análisis, pero no nos llevaría a ningún lado, así que vamos con la realidad: si quieres un cabrio, y más si quieres uno de combustión con los aros en la parrilla, date prisa, vale mucho la pena y pronto serán una 'rara avis' en las calles.

El A5 es el último descapotable que queda en la gama Audi, y es un coche bastante bueno: gran tamaño, capota de lona, una estética atractiva, un interior con calidades de altísimo nivel y una mecánica con poca complejidad y buen rendimiento: un Audi en estado puro. Eso sí, cuesta casi 60.000 euros sin el muy necesario paquete S-Line opcional de 5.000 euros. ¿Vale lo que cuesta? Creemos que sí, pero vamos a analizarlo a fondo.

Exterior

El Audi A5 es uno de los diseños más equilibrados de Audi. Las líneas que dibujó Walter de Silva en 2007 tuvieron continuidad en la segunda generación de 2016, con un capó muy bajo y una parrilla más grande y proporcionada y, tras el restyling de 2020, un diseño más deportivo.

Mide casi 4,7 metros, para mi gusto un poco largo, pero este tipo de clientes no suele tener problemas de parking. Tiene detalles que recuerdan al Audi Cabrio de los noventa, como el aluminio en el contorno del parabrisas, y en la zaga añade la luz trasera de frenos detrás de la capota y unas muy bonitas salidas de escape. La capota en sí es de lona, y es que Audi es una de las marcas que no cayó en la moda de los techos de metal. A mí, personalmente, me gustan más las de lona, y si van tan bien como las de Audi, con un aislamiento perfecto, cero entradas de agua –lo lavamos con manguera de presión– y una estética preciosa, más todavía. El color rojo es el más adecuado, sobre todo si dejamos el interior en tono gris como el de nuestra unidad de pruebas.

El interior es una completa maravilla, con una mezcla de tecnología, pantallas y 'botoncitos para casi todo', que vamos a echar de menos en las nuevas generaciones. La marca sigue luciendo los mejores volantes del mercado y todo lo que tocamos tiene una calidad y un tacto de lujo.

La pantalla se integra bien en el salpicadero y tenemos una palanca de cambio 'física' donde podemos elegir el modo sport del cambio de marchas. Para elegir los modos de conducción hay unos botones que bien podrían estar junto al cambio.

Los asientos son muy cómodos y parcialmente eléctricos, y detrás hay buen espacio, no demasiado pero sí más que suficiente para dos. Con respecto a sus rivales, lo que no tiene el Audi es la pieza que se eleva en el parabrisas como derivavientos que tiene el Mercedes-Benz, pero sí podemos contar con la 'bufanda de ventilación caliente' en los reposacabezas, perfecta para poder conducir a cielo abierto en invierno, algo muy habitual en los países donde más descapotables se venden en Europa: Inglaterra, Australia, Suiza o Alemania.

El maletero es amplio, con 360 litros, que se reducen un pelín al abrir la capota, que ocupa su hueco en un pequeño cajón en el maletero. Allí encontramos el derivavientos para poner sobre las plazas traseras si solo viajamos con dos ocupantes, y que hacen los viajes descapotados mucho más placenteros al eliminar las turbulencias.

El Audi A5 es el único tracción delantera del trío de modelos premium alemanes que conforman este segmento: BMW Serie 4, el nuevo Mercedes-Benz CLE y este Audi A5. La marca de los aros no utiliza aquí un chasis compartido con el grupo Volkswagen, sino uno propio, con motor longitudinal para poder dar mejor servicio a la tracción total quattro, pero, en este caso, con tracción delantera.

El motor no es otro que el 2.0 turbo del Grupo Volkswagen con 204 caballos, y es un propulsor que va muy bien, con 237 kilómetros/hora de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 en 7,5 segundos.

El cambio no nos gusta tanto, ya que es uno de doble embrague y siete marchas, y son más suaves los de convertidor de par con ocho o nueve velocidades que llevan sus rivales. Esto se nota sobre todo al salir de un Stop o rotonda, donde el motor se para y al pisar el acelerador para salir, el motor debe arrancar, soltar los embragues del sistema S tronic y avanzar, algo que tarda levemente más que en un cambio automático convencional.

Las cualidades del motor son buenas. No es un motor muy emocionante pero tiene fuerza a raudales, y si aceleramos a fondo, veremos cómo alcanza velocidades 'alemanas' sin mayores problemas, manteniendo una estabilidad a toda prueba. El pack S-Line equipa llantas de 18 pulgadas –19 en nuestro coche, unas de los más de diez modelos de llantas opcionales– y suspensión rebajada, sale a relucir el confort del chasis, ya que es preciso, ¡vaya si lo es! pero sin perder en comodidad, un elemento que siempre cotiza entre los valores de Audi.

Vamos al precio, el Audi A5 40 TFSI Cabrio, por cierto, con Etiqueta Eco por su mecánica micro-híbrida, cuesta unos 57.290 euros, y casi seguro vamos a equipar el pack S-Line de 5.000 euros, porque supondrá un mejor valor de reventa en el futuro donde recuperaremos esa cantidad y algo más. A partir de ahí, contemos en nuestro presupuesto con algo para detalles y caprichos, unos 5.000 euros, por ejemplo, para ponernos en el entorno de los 67.000 euros. El mencionado 45 TFSI Quattro de 265 caballos sólo cuesta 4.000 euros más, con una tarifa de 61.850 euros, y también hay dos Diesel, con 163 o 204 caballos, desde 61.220 euros.

No es un coche barato, pero no es extraño encontrar unidades seminuevas de estos modelos que nos pueden ahorrar un muy buen pellizco. Eso sí, nuevo o semi-nuevo, vale la pena darse el capricho. Su estilo es atractivo, tiene buen equipamiento y tiene Etiqueta Eco, lo que nos permite viajar 'a la antigua', sin preocuparnos de la recarga ni de las restricciones de tráfico, disfrutando al volante, con posibilidad de viajar con niños en viajes cortos y con una calidad fuera de lo común. Es probable que el nuevo Mercedes-Benz CLE le supere y que el BMW Serie 4 sea más deportivo, pero el equilibrio y encanto de este Audi son innegables, una buena razón para comprarlo.