Clásicos

Crónica ClassicAuto Madrid 2019: se reinventa en la décima edición

26/02/2019 23:35

Por décimo año, se celebró en la capital ClassicAuto Madrid, en la que será una de las ediciones más recordadas, no sólo por las exposiciones sino por también las múltiples novedades y la gran afluencia de público, que arropó un año más al vehículo clásico y de colección.

Esta décima edición contó con 270 expositores y muchos aficionados que repitieron visita para conocer un año más una de las ferias de referencia del panorama histórico del automóvil del Viejo Continente. Con más de 300.000 asistentes en una década, no defraudó al público esta nueva edición y como muestra los accesos y recinto expositor hasta la bandera el domingo, día que Soymotor.com se acercó puntualmente a conocer las novedades de ClassicAuto Madrid.

Y comenzamos por la planta alta, la más noble de las tres que conforman la feria, ubicada en el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. Allí nos esperaban grandes sorpresas, aunque la más apreciada por el público fue, sin duda, el Hispano-Suiza T30E de 1922, el único ejemplar que se conserva en el mundo de los que formaron parte del equipo oficial de competición y que ha sido cuidadosamente restaurado para la ocasión. Con casi un siglo de antigüedad, lució sus mejores galas e hizo las delicias de los más entendidos.

Otra de las sorpresas fue la amplia selección de “piezas maestras” que Citroën expuso para celebrar su centenario. Entre ellas, algunos clásicos populares como el 2CV o el DS Tiburón, y también modelos exclusivos como el SM Maserati con corazón V6 italiano y soluciones técnicas muy avanzadas para su época.

Tampoco Alpine quiso perderse la ocasión de presentar al gran público su última creación, el A110. Este estuvo acompañado por el modelo original lo que permitió comparar proporciones y apreciar aún más el gran resultado de esta reinterpretación moderna. Además, los responsables de la marca francesa eligieron con gran acierto abrir literalmente las puertas del nuevo modelo para que todo el que quisiera pudiera sentir lo que se siente a sus mandos: asientos casi de carreras, culo pegado al suelo y una disposición mecánica que late tras la espalda. Sublime.

En el apartado de dos ruedas, destacamos el homenaje a una Honda de siempre, la CB750 o también apodada cariñosamente “Sevenfifty”. Con charla incluida y varias unidades expuestas con una pátina alucinante, la tetracilíndrica japonesa presumió ante otras joyas.

Tampoco faltó el recuerdo para el campeonísimo español Ángel Nieto, que a través de la fundación que lleva su nombre expuso la Derbi 50cc campeona –se conmemoró el 50º aniversario de su primera victoria mundialista- y alguno de sus monos y cascos con heridas de guerra de otra época, sin electrónica y donde los pilotos cambiaban en marcha las bujías perladas. 

Personalmente, el valor de una feria de este tipo también lo dan unidades particulares y difíciles de ver. En mi caso siempre he sentido una especial predilección por el Ferrari 512BB y su raro motor V12 en disposición bóxer. Y fue una maravilla encontrar uno con el que poder deleitar la vista.

También destacaron modelos míticos del Campeonato de Turismos Alemán (DTM), especialmente, de su época más gloriosa donde Mercedes y BMW peleaban a pecho descubierto. Valga de ejemplo el fantástico y muy escaso 190 2.5 16V Evolution II, un modelo que llevó las soluciones aerodinámicas a un nuevo nivel en modelos de calle y que lucía impresionante desde cualquier ángulo.

El concurso de elegancia también nos hizo salivar de lo lindo. Bentley, en su centenario, echó el resto y lleno de bellezas la zona más noble del recinto ferial. Distinción, acabados y refinamiento estaban por las nubes en cualquiera de los 10 aspirantes, aunque finalmente se llevó el gato al agua fue el Bentley 4 ¼ MR de 1938 carrozado por Vanden Plas.

En la planta intermedia se dispuso los habituales expositores y recambistas que recibieron una afluencia de público y curiosos extraordinaria. Todo el mundo quiso llevarse su recuerdo, ya sea en forma de miniatura, libro de taller, recambio o antigüedad.

Junto al certamen clásico se celebró también AutoRacing, un gran acierto ya que permitió disfrutar a los asistentes de un 2x1 en toda regla en el piso inferior, además también se realizaron demostraciones dinámicas con shows de drift, modelos clásicos y otras disciplinas durante el sábado.

En la planta baja también encontramos el habitual mercadillo de coches clásicos de particulares, en el que se puso de manifiesto la burbuja que vive este mercado. Precios por las nubes que hacen difícil que cualquier aficionado pueda acceder, no ya al coche de sus sueños, sino a un clásico popular como los que disfrutó en su juventud. A pesar de ello pudimos ver algunas unidades verdaderamente interesantes a la venta, su precio ya es otro cantar…

En el exterior, los clubes y aficionados no defraudaron. El habitual aparcamiento reservado a clásicos particulares no defraudó y la organización contabilizó hasta 700 automóviles de época presentes durante los tres días del evento. En esta edición el Club 850 Coupe Spider, el Club de amigos del Seat 850 Berlina y el Seat Club 850 Valencia se reunieron para celebrar, con una gran concentración, el 50º aniversario del modelo 850 Seat Sport. Lograron convocar a más de 60 vehículos de este deportivo, en una reunión que ya consideran histórica por el nivel de participación. 

¡Nos vemos en 2020!