Rutero o anillo, qué más da: Pagenaud reina en Indianápolis

27/05/2019 09:37

Pagenaud comenzó el mes con la victoria en el Gran Premio de Indycar en el circuito rutero. Lo siguió con la conquista de la Pole de las 500 Millas de Indianápolis y lo ha rematado al ganar las famosas 500 Millas que ha mantenido bajo un cierto control, aunque a costa de consumir más combustible que sus rivales.

Quizá sin la bandera roja casi al final de la carrera el resultado hubiera sido distinto, quizá sin los tapones que Helio Castroneves –compañero de Pagenaud en el equipo Penske– hizo a Rossi en un momento clave de la carrera o sin la resistencia que puso Oriol Servià a ser doblado. Pero los 'y si…' no sirven de nada, el resultado es el que es y es inamovible.

Han pasado diez años desde que Helio Castroneves se adjudicara su tercera y última victoria en IndyCar, otro dato a tener en cuenta.

En Francia seguro que lo han festajado. Hace más de un siglo de las dos victorias de sus representantes: Jules Goux –Peugeot– en 1913 y Rene Thomas –Delage– el año siguiente… Thomas tardó poco más de seis horas en completar la carrera, es decir, el doble de lo actual. Pero esas dos victorias dejaron sello porque el motor 4 cilindros Offenhauser –conocido popularmente como Offy– basado originalmente en el 4 cilindros Peugeot –aunque posiblemente del motor que empleó Peugeot para ganar con Dario Resta en 1916– acumuló victorias hasta mediados de los 70.

Pagenaud fue campeón de Indycar en 2016. Corre para Roger Penske y, como buena parte de los pilotos del 'zorro plateado' o 'el Ferrari de América', compite asimismo en algunas carreras de IMSA para él. Ningún problema porque Simon ya corrió Resistencia en sus años mozos europeos y también en Estados Unidos como piloto de Peugeot, en los que obtuvo un segundo puesto en Le Mans, un subcampeonato de la IMSA en 2009 y un campeonato en 2010 antes de lograr dar el salto a IndyCar.

Curiosa la trayectoria de este piloto, que en 2005 estuvo en las World Series Renault que organizaba Jaime Alguersuari con Saulnier Racing sin resultados relevantes; sólo un cuarto y un quinto puesto como mejor tarjeta de presentación. Quizás eso hizo que volara a América en 2006 para ganar la Fórmula Atlantic para el Team Australia, lo que facilitó el ascenso con el mismo equipo a la entonces Champ Car donde se mostró regular y seguro –varios cuartos y quintos puestos– y ello le valío un volante en la IMSA para 2008, en el equipo que había montado Gil de Ferran –sí, el mismo Gil de Ferran que lleva hoy McLaren– con el que cinco victorias y dos segundos puestos sobre diez carreras no fueron suficientes en 2009 para que ganara el título y se debió conformar con el subcampeonato.

Simon nació en Poitiers hace 35 años. Su familia llevaba un supermercado, en el que comenzó a trabajar a los 14 años a la vez que estudiaba en una escuela de negocios. Después la famiia amplió su radio de acción con una escuela de conducción, que permitió a Simon progresar en el mundo de las cuatro ruedas con la Fórmula Renault. Quizás por ello, visto lo que se necesitaba, decidió dar el salto a Estados Unidos, país que en el automovilismo es también el país de las oportunidades.

Y hoy Pagenaud es el indiscutible rey de Indianápolis.