Primera bola de partido de Hamilton ante el desespero de los fans

15/10/2017 10:26

Es un planteamiento que nadie esperaba a mitad de temporada. Por entonces, el duelo entre Hamilton y Vettel –con el permiso de Bottas- estaba servido. Era tan incierto que todo el mundo estaba convencido de que la incertidumbre se alargaría hasta la última carrera.

La realidad no es así. Los resultados de las últimas carreras han arruinado esta previsión de un mazazo para Ferrari, sus tifosi y los fans en general de la Fórmual 1, que esperaban lucha hasta el último instante.

De los 14 puntos de ventaja que Vettel tenía en Hungría, a un margen negativo de 59 puntos después de su abandono en Japón y la victoria de Lewis Hamilton. Ha perdido 73 puntos en solo cinco carreras.

Problemas mecánicos, ‘gentileza’ por parte de Verstappen, etc. El resultado es que mientras Hamilton ha sumado cuatro victorias y un segundo puesto en las últimas cinco carreras, Vettel sólo ha subido al podio dos veces y ha marcado dos demoledores ‘ceros’.

Está claro que Vettel y Ferrari están ahora en una dinámica negativa. Sobre el equipo de Maranello, se acumulan rumores de cambios internos –que no de pilotos- que no ayudan. El último, en el control de calidad, que puede pasar a manos de la española María Mendoza después de los problemas surgidos en Suzuka.

Había muchas esperanzas depositadas en esta batalla que, para Liberty, era maná del cielo. Es cierto que en 2016 el duelo se alargó hasta la última carrera, una batalla entre Nico Rosberg y Lewis Hamilton que el alemán sentenció sufriendo contra las cuerdas y administrando muy bien su ventaja. Pero esta vez se nos prometía un duelo mucho más profundo e interesante que una batalla entre compañeros.

La lucha de Hamilton y Vettel era también la lucha de Mercedes y Ferrari. Y en Maranello tenían muy claro que diez años sin corona –la última, Kimi Räikkönen en 2017- era demasiado tiempo. El fantasma de los 21 años que mediaron entre los títulos de Jody Scheckter y Michael Schumacher es una maldición que ven acercarse día a día, como nubarrones negros de tormenta.

Nadie duda de que Hamilton ganará el Mundial. La única duda es cuándo podrá ceñírselo matemáticamente. Parece complicado que sea en Austin, aunque no es imposible. No está en su mano, sino que precisa de la ‘colaboración’ de sus dos rivales, en especial de Vettel.

Quedan 100 puntos en juego y Hamilton tiene 59 de ventaja sobre Vettel, 72 sobre Bottas. Para ser campeón, Lewis debe salir de Austin con una ventaja de 75 guarismos. 

Así que en Ferrari quizá ya piensan más en 2018 que en 2017. Seguirán luchando y en Austin seguro que traerán novedades, posiblemente volverán a la suspensión delantera anterior. Pero en Ferrari necesitan un milagro –y los aficionados también- para que la incertidumbre siga hasta el final. Yo no confío mucho. Los milagros no sirven… Salvo que medie Max Verstappen.

 

HAMILTON SERÁ CAMPEON EN AUSTIN SI:

  • Gana y Vettel es 6º o peor
  • Es 2º, Bottas no gana y Vettel es 9º o peor