Penalizar para avanzar: Ferrari y Red Bull aceptan el reto
A muchos aficionados puede sorprenderles que dos equipos que en teoría pueden rivalizar con Mercedes por podios y victorias, incluso por el título, acepten de buen grado las penalizaciones. A priori un hándicap que debe pagarse caro.
No tan sorprendente en el caso de Red Bull porque saben que Honda está en plena evolución y aún se duda de su fiabilidad. Pero sí en el caso de Ferrari, aunque ya han tenido una seria advertencia con su centralita electrónica.
Pero en la práctica, una decisión táctica absolutamente comprensible. Un pequeño paso atrás para poder dar un salto adelante.
Y decimos lo de "pequeño paso atrás" porque tanto en Ferrari como en Red Bull saben perfectamente que incluso saliendo del Pit-Lane, no deben tener dificultades para ganar posiciones en carrera y llegar a el Top 6 o incluso algo más, tal es la diferencia de prestaciones con los equipos de segunda división.
Los puntos cedidos en un Gran Premio por una penalización quizás puedan recuperarse con creces en las tres o cuatro carreras siguientes si es que la ganancia en potencia del motor es significativa.
O lo es la disminución de consumo. Un problema que el motor Ferrari, que pasa por ser el más potente, pudo tener en Bakú y que es grave porque implica sacrificar ritmo de carrera para poder cruzar la meta. O que en circuitos de menor problema de consumo obligue a iniciar el GP cargado a tope, mientras algún rival puede hacerlo con cinco o diez kilos menos, cuidando mejor las gomas y ganando un par de décimas sin problemas. Se dice que una de las mejoras del nuevo motor de combustión de Ferrari es el montar pistones bimetálicos, más ligeros y más rígidos. Ya veremos lo que da de sí.
Y no digo nada si esa penalización salva de algún abandono, del cero patatero en el casillero, que eso sí que penaliza.
Evidentemente, en el caso de Ferrari, eso es un problema para sus clientes –¿o sería mejor decir equipos satélite?– ya que estos no están en condiciones de firmar las remontadas que sí harán los rojos. Simplemente su ritmo es similar al de los restantes equipos B… aunque Alex Albon, con el Toro Rosso, dejó claro en China que podía llegarse a los puntos saliendo del Pit-Lane, incluso sin presencia de coche de seguridad –aunque sí hubo un coche de seguridad virtual, pero en teoría éste sólo sirvió para mantener diferencias–.
Y no se extrañen que el día que penalicen por un cambio de motor, adjunten otros elementos, como el MGU-H o el MGU-K. Puestos a salir detrás y acabar en sexta posición, mejor con todo nuevo. Y es que para los ricos las penalizaciones no son disuasorias.
