La Fórmula E en Berlín o cómo me gustaría que fueran las cosas

24/04/2023 07:44

En carreras debo ser adicto al ‘poliamor’: prefiero lo ‘petrolhead’, pero no le hago ascos a lo eléctrico… después de todo, ya hemos aceptado los híbridos. De NASCAR a F1, de monoplazas a resistencia, pasando por rallies y rallycross.

Como ‘petrolhead’ sentí una cierta envidia, porque me gustaría ver carreras de F1 así, con continuos cambios de posición e incluso de líder. Bastaba un pequeño error para perder tres o cuatro plazas; fallar un adelantamiento para ser adelantado… y ser adelantado para perder más de una posición. Se corría en pelotón, en ocasiones de tres, a fondo.

¡190 adelantamientos el sábado, 172 el domingo! El dato me lo pasa mi compañero Gorka.  Veintitrés cambios de líder el sábado, entre ocho pilotos; un poco menos el domingo, unos 20 entre siete pilotos.

Por si fuera poco, con sólo dos cortos coches de ‘safety’, de una y tres vueltas, carrera de principio a fin. Y ninguno, ni siquiera un FCY, el domingo. Y táctica del ‘full attack’ diferente para todos, algunas incluso osadas por lo menos.

Ganó Nick Cassidy el domingo, saliendo octavo. Maximilian Gunther ganó siete plazas para acabar sexto. Y eso con coches que están muy igualados, por no decir casi completamente igualados.

Los Cupra, el ‘farolillos rojos’ hasta la fecha, copando primera línea y batallando en cabeza más de media carrera el domingo. Maserati, sorprendió el sábado; de habitual en posiciones retrasadas al podio.

Me conformaría con bastante menos para la F1.

Es cierto. La Fórmula E no ofrece ese morbo que tiene la F1 sobre adaptaciones, evoluciones... Tampoco de desgaste de gomas, pero sí de gestión energética. Y el modo ‘full atack’ me parece mucho más deportivo que el recurso al DRS.

Si hay algo que no me gusta de la Fórmula E es el entorno, cuando en las zonas sin público se colocan vallas publicitarias tan altas que dan la impresión que la carrera discurre por un tubo… pero es concesión a patrocinadores y la tele, claro. En todo caso es un problema menor, un detalle que la acción deja pasar casi desapercibido.