IndyCar y Nascar: los rivales saben cuándo conviene aliarse
Se abre así un capítulo nuevo, si bien confío en que la Brickyard no sea historia cerrada –nació en 1994 y por tanto llevaba 26 ediciones–, sino un simple paréntesis antes de comenzar el segundo volumen de su historia
Confieso que tengo curiosidad por conocer la diferencia de prestaciones entre la Indycar y la Nascar y me gustaría que un piloto –igual que hubo quien aceptó correr las 500 Millas de Indianápolis y la Coca-Cola 600 el mismo día, viaje en avión incluido– simultanease ambas carreras.
Que las dos categorías reinas del deporte de motor de Estados Unidos compartan pista un mismo fin de semana me parece algo espectacular. Son dos organizaciones rivales, pero con enlaces inevitables.
Roger Penske no es sólo el capo de Indianápolis y el propietario de uno de los mejores equipos de Indycar, sino también uno de los mejores equipos de la Nascar. Austin Cindric, que si nada lo impide será campeón de XFinity y correrá aquí también en la categoría reina, es hijo de Tim Cindric, el presidente de Team Penske y nieto del propietario de la cadena de hoteles Red Roof –los veteranos habrán visto este nombre decorando los flancos de un Indycar– y fue propietario de Truesports, un gran equipo de Indianápolis, ganador de las 500 Millas con Bobby Rahal. Podríamos ofrecer así muchos más ejemplos, como que esta carrera es una de las últimas del equipo Ganassi en Nascar; Chip ha vendido su equipo de esta categoría.
Nascar e Indycar saben que deben seguir siendo rivales, pero también entenderse y cuando conviene, hacerlo con IMSA. Las carreras en Estados Unidos son un negocio y deben dar beneficios. Cualquiera puede fundar una federación y campeonato… es su problema hacerlo rentable y si no lo logra, la puerta de salida está ahí.
Quizás por eso han tenido tanto cuidado en Estados Unidos de no seguir la máxima que guió a Bernie Ecclestone, "Cuando más caro, mejor", sino la contraria… y anteponiendo espectáculo a tecnología. Esto es un negocio para todos, no para Bernie o sus sucesores.
Primer acto conjunto de ambas categorías: la firma de autógrafos en las calles de Indianápolis. Cada piloto de Indycar y Nascar tiene asignado un lugar y el plano de las ubicaciones se ha distribuido por las redes sociales.
