Hasta los JJ.OO. se aplazan... ¡La F1 debe aprender!

24/03/2020 19:22

¿Qué tiene esto que ver con la F1? Pienso que en la situación actual, de no ser un campeonato cuyo ciclo coincide con años naturales quizás aplazarían este campeonato para 2021. En la época de Bernie se desdeñó a los JJ.OO. más o menos con el argumento de que los JJ.OO. del motor ya se celebran cada año... pero ahora queremos poner en marcha unos Juegos del Motor.

No deja de ser curioso que la abstención de unos países haya desencadenado la suspensión, como sucedió con el GP de Australia cuando McLaren dijo que no podría competir.

Y fijémonos asimismo en el fútbol. La Liga -Liga sólo hay una, la española- ha aplazado el campeonato... y ya se habla de quien será campeón porque parece claro que este campeonato no podrá completarse. Es más, en La Liga y también en otras ligas futbolísticas, están preguntándose si deben bajar los salarios de los jugadores. Y sobre todo si debe dar por válido el resultado en el momento de la suspensión del campeonato –como sucede cuando se enseña una bandera roja en un Gran Premio o se llega al límite de tiempo sin haber completado la distancia– o hay que darlo por no válido... o se pacta una fórmula final, una suerte de playoffs por grupos de equipos que luchar por una misma posición. Se preocupan sobre todo de lo profesional, del escaparate, y menos del deporte 'amateur' donde el trasfondo económico tiene menor importancia o cuanto menos no es fundamental.

Lo que está claro es que los deportes 'físicos' saben perfectamente que no todo podrá ponerse en marcha cuando se decrete que la pandemia ha remitido, ha sido superada y es cosa del pasado. Los atletas necesitarán de dos semanas a cinco o seis mínimo para recobrar la forma, depende del deporte, de las características personales, de si han podido cuidarse más o menos.
 
En el deporte mecánico habrá que desempolvar los 'trastos', reprogramar viajes y sobre todo la maquinaria de las organizaciones precisará de un cierto tiempo para completar los trabajos de preparación que han quedado aplazados.

Hemos hablado varias veces sobre el tema. Desde hace algunos días ya hemos colocado la recuperación de las pruebas como muy pronto para después del verano avanzando cuatro hipótesis de calendario, que podrían estar barajándose. Lo de comenzar después del verano es algo que Zak Brown –CEO de competición de McLaren– comienza a admitir. Un Zak Brown que con su decisión de 'retirar' a McLaren del GP de Australia, desencadenó todo y en estos momentos parece la más benigna, la del mal menor... el clavo donde anclar la esperanza, aunque esté ardiendo.

Lo urgente es quizás salvar la temporada. Lo importante, lo dijimos, salvar la F1. Lo que está claro, que la F1 debe aprender –y de paso todo el deporte del automóvil y el deporte en general– que no los tiempos han cambiado, que no se está a salvo de contingencias y que debe bajar sus exigencias económicas. Porque, desgraciadamente, creo que lo que estamos viviendo -que ya se vivió en cierta forma con el SARS- pueden repetirse cíclicamente. 

No creo que lleguemos a tener que pasar un año sin campeonato. Sería un durísimo golpe, pero no el fin del mundo. No sí sabemos bajar el listón de forma convincente, espectacular. ¿Qué tal equipos de no más de 200 personas y 120 millones de presupuesto total? Es decir una cuarta o quinta parte de lo que son los grandes ahora. Quizás habría mayor igualdad.

Pero la verdad, estoy menos preocupado por la F1 que por los campeonatos menores. En estos son los deportistas y sus familias los que mayoritariamente soportan el costo. Un coste brutal que implica que la selección no se haga tanto por el talento natural sino por las posibilidades financieras... aunque si alguno logra demostrar lo primero de modo sobrenatural quizás encuentre quien le aporte lo segundo. Y este deporte es el que sufrirá. Más de 2,5 millones por GP2, un millón más o menos por la F3... incluso más de 150.000 ó 200.000 euros por karting al más alto nivel o la F4 no volverán a ser de recibo.

Así que hay que tomar muchas lecciones estos días. Es hora de reflexión y miradas amplias. La F1 se ha mirado muchas veces al ombligo, demasiadas. Ha vivido de espaldas –o cuando menos de costado– a su entorno y eso ya no será posible. 

Recuerdo lo que una vez me explicó Flavio Briatore rememorando cuando puso sus pies por primera vez en el gran circo, más o menos lo siguiente: "Pensé, ¡madre donde me he metido! Pero al cabo de dos GP me di cuenta que se fijaban tanto en si mismos que me dije: ¡A estos me los meriendo!".