Gil de Ferran, el coach de Alonso, estableció el récord del oval de Michigan a 388,7 km/h

28/05/2017 10:25

Gil tiene el récord de velocidad media en una vuelta en un circuito cerrado de carreras.

Muchos piensan que este honor lo tiene Arie Luyendyk, el holandés que en 1996 dio una vuelta a Indy a 237,4mph de media, es decir 382,2 km/h y completó las 4 vueltas de calificación a 381,5km/h… aunque no salió en Pole porque esta posición fue para Tony Stewart, el más rápido en la primera jornada de calificación, a 375,3 km/h. Son récords de Indianápolis que aún perduran, que este año no han sido batidos, aunque sean acercado bastante.

Pero en Michigan, al volante de un Penske, Gil de Ferran dio una vuelta a 388,699 km/h, mucho más rápido que ahora. Son casi 16 km/h más veloz que la mejor vuelta de este año en Indianápolis.

Muchos se preguntarán como se lo montan los pilotos para soportar las Fuerzas G a que están sometidos a esta velocidad. Hay que tener en cuenta que la fuerza centrífuga es inversamente proporcional al radio de la curva pero sobre todo el proporcional al cuadrado de la velocidad… y a 350 km/h la cifra no es nada despreciable… pudiendo rozarse los 5 G, es el doble, de lo que se soporta en F1.

Los pilotos de Indy tienen un 'truco' para estas velocidades: un apoyacabezas, en el que descansar la misma y una placa de espuma en el cuello –'padding'- para mantener la cabeza recta. Encajan la mayor parte de la fuerza y hace descansar los músculos del cuello que son solicitados en menor medida incluso que los de un F1.

En los ovales el problema es que siempre se solicita el mismo lado. Y en Indy, durante mucho tiempo, varias horas. La sangre tiende a ir hacia el lado derecho, el brazo o la pierna derecha tienden a 'dormirse'. Hay que estar preparado para ello.

 

EN TEXAS LOS PILOTOS ESTUVIERON AL BORDE DEL KO

De eso se acuerda muy bien la CART, cuando en el ovalo de Texas debieron suspender una carrera. En apenas cinco o seis vueltas los pilotos se mareaban. Y eso sucedió a los 25 pilotos presentes. La velocidad no era, sin embargo, mucho más alta que en Indy: los más veloces alcanzaban los 375 km/h de media.

"Lo que sucedió en Texas fue una combinación de factores. La combinación de velocidad de peralte creó una Fuerza G excesiva. En Indy el 'bankig' es de apenas 9º mientras que en Texas es de 24º. Y además la fuerza era permanente; en el trioval el piloto estaba sometido a este esfuerzo durante 18'' de los 22'' que empleaban en una vuelta. No había descanso", dijo el Dr Steve Olvey, director médico de la CART.