Fermín Vélez, el pionero de Indy

28/05/2017 13:04

Por entonces hacía años que Fermín desarrollaba su carrera deportiva en USA. Llegó allí para ayudar a algunos clientes de Gordon Spice, constructor de Sport Prototipos, que corrían la IMSA y sus resultados en la CamelLigths –una especie de LMP2 dela época– fueron brillantes, lo que le abrió las puertas del profesionalismo en aquel país.

Es cierto, antes había corrido Pierre de Vizcaya, nacido en Alsacia, pero de padre español y con pasaporte español. Los hermanos de Vizcaya corrieron a caballo entre Francia y España. Fue 12º en las 500 Millas de 1923 con un Bugatti. Siempre corrió con Bugatti….porque su padre, Agustín de Vizcaya, fue el banquero que financió la aventura de Ettore Bugatti como constructor.

Fermín, a quien todos conocíamos como 'El Petit Suisse', era una excelente persona y un gran piloto, el primer español y posiblemente el primer piloto 'precoz' de España. Enamorado del pilotaje, sacrificado, tremendamente tímido y puro nervio al volante. De pelo rizado, era de esas personas que se hacían querer.

Tras brillar en karting se lanzó ala F-1430 con el apoyo de Danone, destacando inmediatamente y saltó a la F3, corriendo en Gran Bretaña con el Equipo Nacional de F3. 

El servicio militar y otras vicisitudes estuvieron a punto de acabar con su carrera. Fermín, sin volante pero sin renunciar a conducir, se empleó en una compañía de autocares que cada día llevaba trabajadores de Seat de Barcelona a Martorell; era el más rápido con diferencia de todos sus conductores.

Viendo su voluntad de correr, su padrino le recuperó el patrocinio de Danone y lo puso bajo la tutela de Juan Fernández, piloto oficial de Danone, multicampeón donde los haya. Juan era el 'Sr. Danone' y de ahí que al pequeño Fermín le apodaran 'Petir Suisse'.

Paso a paso. Primero con un Simca1000, después con la barqueta Lola que había sido de Juan Fernández, más adelante con un Porsche 956 en resistencia, con Emilio de Villota de compañero con el que fueron 4º en Le Mans.

La carrera de Fermín podría haber acabado aquí cuando Gordon Spice le llamó para correr junto a él en la categoría C2 del Mundial de Resistencia. Sus resultados fueron casi siempre victorias en la categoría y conquistaron el título de la misma. Intentó entonces recuperar el sueño de la F1 y se alineó en la F3000 pero la aventura no salió bien y nuevamente Spice fue su salvación, colocándose en un equipo cliente, conquistando por segunda vez el Mundial de Resistencia en C2.

En USA pronto se hizo un nombre y todo cambio cuando conoció a Andy Evans, un acaudalado corredor de bolsa, uno de los que cuidaba de las finanzas de Bill Gates en la época. Con Evans llegaron sus grandes éxitos: Fermín no sólo era su piloto de confianza sino que le ayudaba en la planificación y con un Ferrari 333 SP llegaron a ganar la IMSA.

Evans, cuyo equipo se llamaba Scandia, quiso probarla IRL, ara estar en las 500 Millas de Indy y Vélez le llevaba parte del tema. La recompensa fue precisamente correr esos dos años las 500 Millas –y alguna prueba más-.

La carrera deportiva de Fermín quedó truncada por un cáncer. Evans le apoyó durante el tratamiento en USA y después Fermín volvió a España donde aún corrió en GT un año hasta que la enfermedad se lo impidió. Fermín falleció en 2003 a causa de la enfermedad.