Cuando la Fórmula 1 no paraba en Navidad

02/01/2019 11:55

2 de enero. Hoy contamos los días que faltan para los primeros test del año, algo menos de 50; hacemos cábalas de las novedades que vendrán y, al menos este año, ya tenemos los equipos definidos.

Pero hubo un tiempo en el que nos pasábamos la entrada del año o celebrando el final de un campeonato –1962 y 1963– o el inicio de la temporada nueva –1965, 1967 y 1868–.

 

 

En esos años y aprovechando el verano del hemisferio sur, la F1 iba Sudáfrica, a East London en los tres primeros años y a Kyalami los otros dos.

Unos equipos vendían allí sus coches viejos –por lo general, aún empleaban el coche del año anterior– a los pilotos locales. No en vano, en África del Sur había un campeonato local de F1, que se extendía a los países limítrofes de la Corona.

Para otros era una parada camino de Australia y Nueva Zelanda, donde iban a tomar parte en la Tasman, un campeonato con coches muy similares a los de F1, aunque con motores de 2.5 litros de las antiguas reglas de F1, en lugar de los 1.5 litros de 1962 y 1963. En algunos casos los equipos aumentaron a dos litros la cilindrada de sus 1.5 litros. Más adelante, cuando la F1 pasó a tres litros, algunos equipos encargaban motores con la cilindrada reducida a 2.5 litros y otros, como Ferrari, partían de motores de Fórmula 2. Pero ésta es otra historia… curiosa, porque en ocasiones algún piloto de F1 hacia la Tasman con una escudería rival antes de regresar a Europa y participar en algunas de las carreras fuera de campeonato que se organizaban en Gran Bretaña e Italia o de F2.

En 1962 y 1963, en East London se disputaron las carreras de cierre de las respectivas temporadas; se disputaron los 28 y 29 de diciembre respectivamente. En el primero de ellos, Graham Hill, se coronó campeón con BRM; Jim Clark hubiera tenido la ocasión de igualarle a puntos netos. En 1963, Clark llegó ya campeón y aunque ganó en Sudáfrica, debió descartar el resultado: sólo contaban seis resultados y ésta era su séptima victoria del año sobre diez carreras. El escocés había conseguido algo realmente improbable en la época: acabar los nueve Grandes Premios en los que participó. Lo han adivinado: aquel año no corrió la prueba inaugural porque Colin Chapman prefirió que corriera las 500 Millas de Indianápolis, una carrera mucho más rentable que los Grandes Premios de F1. ¿Recuerdan? Todavía no había patrocinadores, salvo socios técnicos ligados a la automoción, no dividendos de la FOM –que  no existía– y se vivía de los premios y primas de salida que se pactaban con los organizadores de cada carrera.

En 1965, 1967 y 1968 la carrera abrió las respectivas temporadas y se disputó el 1 y el 2 de enero… con el año nuevo. Como en Sudáfrica, había un campeonato de F1, algunos equipos llegaban con anticipación. Eso sucedió en el GP de 1965, el 1 de enero. 15 días antes, se inauguraba el circuito de Kyalami y allí acudieron algunos pilotos de F1, entre ellos Jackie Stewart, flamante campeón británico de F3 para Ken Tyrrell y que había firmando con BRM para la F1 de 1965; pero Stewart debutó en ese Gran Premio –la denominación entonces no era exclusiva del Mundial de F1–…. con el Lotus 33 de Jim Clark, que no había podido efectuar el desplazamiento. Jim recuperó su coche para el GP de África del Sur y ganó la carrera.

Clark era un 'piegiste'. Su salario en Lotus no era generoso, pero lo triplicaba con creces corriendo en otras categorías: Indy, F2, Sports, Turismos… incluso el RAC Rally. En 1965 disputó nada menos que 42 carreras… casi cada fin de semana.

 

 

En 1968 Clark y su Lotus 49 ganaron el GP de Sudáfrica el 1 de enero. Un Gran Premio que resta en los anales por tres motivos: fue la última victoria de Clark en F1; el 25º triunfo –también su 33ª Pole, 32º podio y 28ª vuelta rápida–, que le permitió batir el récord de victorias de Fangio, y por si fuera poco, el primer GP en el que los coches pudieron llevar publicidad.

Allí Colin Chapman vio que un equipo local llevaba el patrocinio de la marca sudafricana de tabaco Gustom, preciosa y elegante librea marrón café con leche. Chapman envió a su equipo a la Tasman mientras él volvía a Londres y convencía a Imperial Tobacco para pintar sus Lotus con la decoración de Gold Leaf.

Clark corrió la Tasman y volvió a Europa estrenando los colores Gold Leaf en Europa en el GP de Barcelona de F2: no tuvo mucha fortuna porque en los inicios de la prueba Jacky Ickx, de Ferrari, le embistió y le dejó fuera de carrera, sin poder intentar repetir su triunfo un año antes. Fue su penúltima carrera porque la semana siguiente, en el GP de Hockenheim de Fórmula 2 Clark sufriría un mortal accidente.