Catar, una salida con mucho morbo
Las imágenes de lo sucedido en Silverstone y Monza son más actuales que nunca. Una repetición de las mismas puede ser de actualidad mañana. El propio Toto Wolff ha dicho claramente que tras el veredicto de los comisarios sobre lo sucedido en Interlagos "espera una conducción más sucia".
Ambos saben que colocarse líder en la arrancada es ganar media carrera. Pese a que la recta principal tiene poco más de un kilómetro -1.068 metros, sin mis datos son exactos- la velocidad punta del Mercedes de Lewis no es la que mostró en Interlagos –sólo 3 kilómetros/hora más veloz que Verstappen y fuera de los Top 10 en velocidad punta y en todos los intermedios la velocidad es prácticamente igual–, tal como se esfuerza en poner de relieve Christian Horner, como reforzando sus argumentos de la extraña velocidad punta de Lewis y algún truco de Mercedes en el DRS.
Salvo en la recta, las curvas de Losail no parecen ser muy favorables al adelantamiento. Son muy rápidas. La pole se ha obtenido a prácticamente 240 kilómetros/hora de velocidad –236,622–. Con esta rapidez parece complicado adelantar en las curvas, seguir a rueda al coche de delante sin destrozarlas –hay que tener en cuenta que el asfalto es abrasivo– y sobre todo que no se puede jugar aquí con los límites de la pista.
Todos los pilotos y equipos han podido comprobar que en Losail los límites de pista, sin necesidad de salchichas, son verdaderamente disuasorios. Mazepin debió cambiar chasis tras los Libres. Leclerc, tras la clasificación, ha visto como Ferrari ha tomado la misma decisión. Los fondos planos dañados son numerosos. Y a Gasly no le aguantó el ala delantera en la clasificación.
En suma, el mínimo error, el ir largo, el cortar demasiado el interior, tiene riesgo muy elevado y no de sanción precisamente.
Por eso creo que la salida será clave para la batalla entre Lewis y Max. Un Max que, además, 'corre solo' o poco menos ya que Sergio Pérez está muy atrás en la parrilla, aunque Gasly pudiera apoyarle. Un Max que, está también a merced de los que salen detrás, como en Hungría.
Y es que, si hay morbo entre los ya irreconciliables Max y Lewis, detrás pueden pasar asimismo muchas cosas… especialmente porque los que tuvieron que fiar el pase a la Q3 a usar un juego de blandos. Saben que el abrasivo asfalto les obligará a parar muy pronto y sus opciones pasan por un undercut y poder defenderse de un overcut de los que salen con medios. Así que salir bien es clave.
