Carlos Sainz, Peugeot y el Dakar 2019

09/02/2018 20:53

En mi fuero interno y vistas todas las declaraciones que lleva haciendo el madrileño tengo bastante claro que la jubilación –aunque sea activa–sólo es el Plan C, ni el A ni el B.

La marcha de Peugeot cierra una puerta importante, pero abre otras. Mini estaría abierto a contar con él, no sólo por su eficacia como piloto sino por su experiencia en la puesta a punto de los coches. Y las huestes de Sven Quandt tienen ante sí el desarrollo de su nuevo buggy, que se ha mostrado prometedor en el Dakar. Y también Toyota podría hacerle una oferta, no en vano intentó contar con Nani Roma pero Mini se le adelantó.

La continuidad de Sainz en el Dakar depende sólo de una cosa: contar con un proyecto potencialmente ganador. O simplemente un buen y competitivo proyecto, porque de hacerlo ganador se encargará él.

No descarto ni siquiera, aunque lo vea poco probable, a Saangyong, ahora que la marca coreana –propiedad de Tata– quiere poner el acento en el Dakar después de ver la actuación de Óscar Fuertes este año con el buggy hecho aquí en España por Javier Herrador. Fuertes confirmó que en 2019 quieren estar con dos o tres coches y que ya ha comenzado la construcción de un nuevo chasis con las experiencias adquiridas hasta ahora.

Sin embargo hay un detalle que debemos tener en cuenta. Peugeot se retira, pero Peugeot sigue en el Dakar. Ya este año uno de los Peugeot 3008 DKR ha sido vendido al equipo PH Motorsport que hizo correr a Khalid Al Qassimi, el jeque rival de Nasser Al Attiyah y que lleva consigo el apoyo de Abu Dabi que lucen asimismo los Citroën de Rallies.

Esto y el hecho de que Jean Marc Finot, director de Motorsport en el seno del Grupo PSA, dijera el pasado noviembre, tras anunciar su retirada del Dakar, que "los 3008 DKR pueden ser vendidos al finalizar la prueba" abre las puertas a una operación 'clandestina', 'encubierta' o 'camuflada' estar sin estar. Ofrecer los coches a PH y que un patrocinador cubra los costes de la prueba. Seguir aspirando a una victoria sin asumir el coste de una derrota; perdería un equipo privado. Es lo que hizo Citroën cuando decidió 'tomarse' un año sabático en el Mundial de Rallies, el tiempo de sustituir el plurivictorioso XSara WRC por el C4 WRC. Un año en el que Sébastien Loeb, oficialmente enrolado por el equipo belga Kronos, ganó el título: 2006

Una pista a seguir en los próximos meses con suma atención. Todo es posible.

Pero, lo repito, si Carlos tiene encima de la mesa una opción potencialmente ganadora, aceptará el nuevo reto. Recuérdenlo, ya no corre para nadie, sino por propio placer, porque le gusta, se divierte, lo lleva dentro. No el correr, que también, sino el batirse.

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