Adamo, sin pelos en la lengua: el WRC debe actuar, no ir a remolque
Se ha vuelto a ver recientemente, cuando para el 1000 Lagos ha anunciado la presencia de Craig Breen como tercer piloto del equipo en detrimento de Sébastien Loeb o Dani Sordo, que a priori deberían dividirse el tercer coche de la marca esta temporada.
Ante un calendario reducido, Adamo ha preferido primar los intereses de la marca, la batalla por el título de constructores. No podía hacer otra cosa, vista la ventaja que lleva Toyota en el Campeonato de Constructores, tras las tres primeras pruebas –110 a 89 puntos– y el hecho de que sean dos pilotos Toyota, Sébastien Ogier y Elfyn Evans, los que copan las dos primeras plazas del Campeonato, mientras que Thierry Neuville es tercero, pero superando por la mínima al tercer piloto de Toyota, Kalle Rovanperä.
Pero Adamo también es igualmente directo cuando habla de otros temas del Mundial de Rallies y avisa de los peligros de cara al futuro. "Ante una situación como la actual, no es suficiente con reaccionar, hay que actuar. Si sólo reaccionamos, vamos a ir siempre con retraso y hay que aniciparse a los acontecimientos", ha señalado.
Adamo no teme por este año, sino por el siguiente. "Debemos tomar las decisiones claves ya. Podemos correr menos rallies o hacerlos de otra manera. Es vital reducir costes", ha añadido y ha señalado que "todo el mundo parece que vive en el sueño de que las cosas volverán a ser igual. A mí me gustan las películas y esto es sólo el tráiler de lo que vendrá, ¡y no va a ser una película cómica! Lo he repetido muchas veces al promotor y a la FIA, pero no estoy muy seguro de que mi mensaje haya calado". Su temor es claro: "Cuando nos demos cuenta de que el futuro no es como imaginamos, será ya demasiado tarde", ha señalado a la revista francesa Auto Hebdo.
Adamo cree que reduciendo un día la duración de las pruebas, se puede ahorrar, pero que sería mucho más importante el ahorro con un calendario más corto y, sobre todo, hay que elegir con cuidado dónde se puede ir el próximo año porque muchos países estarán en situaciones difíciles y no puede correrse de nuevo el riesgo de programar y preparar pruebas que después tengan que anularse y ello debe hacerse con la máxima celeridad posible porque hay que programar la fabricación de piezas, encargar material a los proveedores y nadie quiere quedarse con material sobrante, sobre todo si tenemos en cuenta que en 2022 los coches no serán los mismos y en 2021, además, deberán desarrollar a toda prisa los R1 nuevos.
