El día en el que Volkswagen estuvo en la F1

22/01/2020 17:09

Mi sorpresa ha sido conocer ahora que aquel Lotus 69 que no permitió a Baturone alinearse en la parrilla, apareció al año siguiente en un par de Grandes Premios de F1 –Canadá y Estados Unidos– pero equipo con un motor Cosworth DFV 3.0 en lugar del motor 1.6 de la F2.

Todo por obra gracia de un piloto americano, Pete Lovely, enamorado de Lotus, que había corrido ya anteriormente con un Lotus 49 en F1 y que, sobre todo, había realizado curiosos vehículos de competición: un Cooper-Porsche, con motor de cuatro cilindros de un Porsche 1500 o in Cooper T45 preparado para F1 con un motor Ferrari.

Pero todo eso sería anécdota marginal frente a que sus Lotus de F1 lucían los colorees de Volkswagen. Sí, han leído bien, VW.

La F1 ha querido conquistar desde hace tiempo la presencia del Grupo VW en la categoría reina. Los esfuerzos para que Porsche, Audi o la propia VW estuvieran en F1, aunque fuera sólo como motoristas, han encontrado siempre una cortés pero firme, decidida e irrefutable negativa por parte de los responsables del grupo.

Es cierto que Audi –cuando era sólo Auto Unión– dominó los GP de la pre-guerra mundial, es decir antes de que la FIA creara el Campeonato del Mundo de F1. Eran coches tan rápidos como innovadores en su momento, con motores increíbles para la época.

También Porsche ha estado en la F1. Pero su presencia oficial fue fugaz en la primera mitad de los 60, consiguiendo una victoria en 35 Grandes Premios. Más adelante regresó, pero sólo como motorista y aún por encargo: fue Mansour Ojjeh, el actual propietario de McLaren, el que a través de su conglomerado TAG financió el desarrollo y construcción de este motor que hizo campeón del mundo a Niki Lauda y, por dos veces, a Alain Prost, siempre con McLaren. Pero por entonces Porsche era independiente, con muchas sinergias o accionistas comunes con el grupo VW, pero independiente.

Sin embargo el logo de Volkswagen  lució de forma espectacular en un F1 gracias a Lovely. Y no porque la marca cediera camiones, furgonetas o coches de representación a un equipo. Pete era concensionario estadounidense de la marca y de Porsche. A diferencia de la gran frase "ganar el domingo para vender el lunes" Pete Lovely, reputado 'gentleman driver', usaba otra: "vender coches durante la semana para correr el fin de semana".

A Lovely de los que gustaban correr 'a la europea' y no quería saber nada de ovales. Los fines de semana volaba de Seattle a California para parte en las carreras de SCCA, campeón de la categoría Sport en 1955 con un Cooper-Porsche y dos años más tarde se impuso con un Ferrari 500TR en la primera carrerr disputada en Laguna Seca,

Lovely tenía debilidad por los Lotus y trabó amistad con Colin Chapman, quien lo invitó a disputar las 24 Horas de Le Mans de 1959 y dos carreras de F1 con un Lotus 16 Climax, en el International Trophy y el GP de Mónaco; en el primero calificó 7º y acabó 14º tras algunos problemas y en Mónaco el coche llegó tarde y casi no pudo rodar en entrenamientos por lo que no se clasificó entre los 16 admitidos entonces en parrilla monegasca.

Lovely debutó en el Mundial de F1 en 1959, con más de 30 años, con un coche curioso, un CooperT45-Ferrari, aprovechando un viejo cuatro cilindros de la marca italiana. Pero fue diez años más tarde cuando dio su 'golpe de gracia' al comprarse un Lotus 49, el coche que Mario Andretti estreno en el GP de Suráfrica y que luego debía ser muleto. Con este coche corrió algunos GP y sobre todo lo hizo e carreras USA de F-Libre.

Su Lotus era blanco, con una franja ancha azul y sobre el alerón azul se podía leer claramente Pete Lovely Volkswagen. Después detinó el coche a las carreras de Históricos, en las competió hasta el cambio de Siglo.

Pero Lovely no sólo tuvo el Cooper-Ferrari como coche curioso, sino que en 1971 decidió afrontar los GP de Canadá y USA no con el veterano 49 sino con un ¡Lotus 69 de F2!, al que instaló el motor Cosworth V8 de F1. Un chasis que ví correr en Montjuic en el GP de Barcelona de F2 de 1970 con Eugenio Baturone al volante.

Tras estos dos GP, Lovely se dedicó a restaurar coches de competición, tanto de GP como de la CAN-AM y a su colección de Lotus, además de tomar parte en carreas de históricos durante casi tres décadas.