¿Logrará ser campeón con Ferrari? El último desafío para Hamilton

05/02/2024 08:35

Sobre esto último diré, por enésima vez en los últimos años e intentando zanjarlo por fin, que no creo que ocurra. No tengo pruebas, tampoco dudas. Mi argumento es simple. Para que el piloto asturiano terminase en Mercedes la lógica indicaba que debían cumplirse al menos dos factores. El primero es que Hamilton abandonase el equipo, algo que va a cumplirse en 2025, pero está el segundo factor del que muy pocos parecen acordarse ni tener en cuenta. Para que Alonso termine en Mercedes, en el equipo deben quererle y, al menos hasta donde yo veo, no parece que esto así sea por muy bonitos piropos que echen al de Oviedo los mandamases del equipo de la estrella. ¿Qué jefe o dueño de equipo de F1 no ha alabado las cualidades de Alonso en los últimos años? ¿Qué jefe de equipo no ha admitido que le encantaría tenerlo en sus filas? Que estas declaraciones tuviesen muchas veces menos sinceridad que una oferta en un portal de compraventa de artículos de segunda mano y fuesen de cara a la galería, sobre todo si el que les preguntaba era un periodista español, es otro cantar. Pero que desde Haas a Red Bull todos lo han dicho al menos una vez en los últimos años e, incluso, varias es tan fácil de comprobar como tirar de hemeroteca.

Pese a los piropos, es hora de asumir de una vez, si alguien no lo ha hecho todavía, que Alonso está bastante lejos de estar acabado. No es un piloto de futuro, aunque sea tan sólo por su edad y, a pesar de que esté más fuerte que la mermelada de ajo, más que esperanza de que su marcha a Mercedes llegue a ocurrir algún día, lo que habría que tener es fe en el funcionamiento, muchas veces falto de sentido común y toda lógica, de las mentes que gobiernan la Formula 1. Sinceramente, no veo yo a Toto Wolff ofreciéndole un contrato al ahora piloto de Aston Martin y dudo que alguien lo vea capaz.

Acerca de la decisión de Hamilton de mudarse a Maranello diré que cualquier equipo estaría encantado de tenerle como piloto. Otra cosa será que sea capaz de obrar algún milagro allí y devolver los días de gloria a la Scuderia. No lo va a tener fácil a no ser que Ferrari dé con la tecla que llevan años buscando. Quién sabe, quizá Lewis ha recibido un chivatazo al estilo de cuando cambió su asiento en McLaren por Mercedes. Con un cambio de reglamento en el horizonte no se puede descartar nada.

El último mundial de Ferrari fue con Kimi Räikkönen y se podría decir que lo ganaron de rebote. Michael Schumacher fue el último campeón del mundo al que ficharon y ganó títulos con Ferrari. Claro que no fue el único que hizo las maletas desde Benetton hacia Ferrari, el piloto alemán se fue bien acompañado. Ni Alonso ni Vettel fueron capaces de lograr lo mismo, demostrando que hacerlo no sólo no es fácil, sino que no depende únicamente de las manos del que conduce.

Hamilton puede que sea muy bueno, de hecho, lo es, pero Ferrari es Ferrari. Ya me entienden. Aparte de su leyenda, de haberse convertido en prácticamente una religión para muchos aficionados, la Scuderia tiene en su esencia, en su ADN, ese puntito de... cómo decirlo, es difícil describirlo. Ya saben, esas acciones o decisiones erróneas, conocidas por el común de los mortales como simples cagadas y, perdonen la expresión, a las que nos tiene acostumbrados en el momento más inoportuno sin las cuales Ferrari, en definitiva, no sería Ferrari y que les ha supuesto más de un disgusto de grandes proporciones tanto al equipo como a sus pilotos. Todo esto es mejorable y tiene solución, por supuesto.

Hamilton deja, de momento y hasta donde sabemos, sin asiento a Carlos Sainz para la temporada 2025, pero el que va a enfrentarse a él con el mismo coche va a ser Charles Leclerc. Será interesante ver hasta dónde llega esta rivalidad y si supondrá un problema para el equipo o el monegasco se desinflará definitivamente.

Por otra parte, como una especie de retiro dorado donde pasar los últimos años de su carrera en F1 y, de paso, amasar un poco más de fortuna, no me parece mala opción. Claro que estoy seguro de que su decisión ha tenido más en cuenta aquello de enfrentarse a nuevos desafíos y que todo gran piloto que se precie serlo ha de conducir alguna vez para Ferrari. O al menos eso dicen los que saben más que yo de esto. Estoy convencido de que tanto a Hamilton como su entorno y a multitud de entendidos se les va a llenar la boca con estas típicas y tópicas afirmaciones durante las próximas semanas y a lo largo de 2024.

Quizá Lewis echase de menos pilotar un Ferrari, desde 2008 no lo hace, aunque esta vez sí estará pintado de rojo en su totalidad y no sólo en los alerones y pontones.

Saludos.

Javi C.