El roce hace el cariño

30/04/2023 17:09

Estas palabras fueron, podríamos decirlo así, menos amables de lo que suele ser normal en él, no como otras veces que la prensa le ha preguntado sobre incidentes similares con su compatriota. Esto, claro, ha desatado un encendido debate en las redes.

Sainz y Alonso puede que se lleven bien e incluso que fuera de la pista sean amigos, pero dentro de la misma son rivales. No olvidemos que, aunque que dos pilotos se respeten, es obligación de cada uno hacerse lo más ancho posible para dificultar el ser adelantado, algo que, sobre todo durante la salida de un Gran Premio y las primeras curvas, suele llevar a que existan desde ligeros toques hasta accidentes en cadena que provoquen el abandono de uno o varios coches.

Ocurrido esto, ya depende según les sople el viento a los comisarios de la FIA el repartir sanciones a discreción, así como la dureza de las mismas. Esto es algo que ya sabemos, que estamos cansados de sufrir, sobre todo como aficionados, y que muchas veces no entendemos las razones de según qué decisiones. Pero querido lector, esto daría para otro artículo quizá más adelante.

Si no me falla la memoria, el primer roce en pista entre los dos pilotos españoles fue durante el Gran Premio de México de 2016. Sainz, en su Toro Rosso, rodaba apenas por delante de Alonso y le arrinconó hasta mandarle a la hierba. Alonso, por entonces en McLaren, logró controlar el coche y evitó trompear, lo que hubiese supuesto un grave accidente. El asturiano mostró su descontento al final de la carrera: "Supongo que no me vería. Casi hago un trompo a 300 por hora y la verdad es que eso comprometió nuestra carrera porque me pasé la primera mitad detrás de Carlos".

Sainz se disculpó alegando que no se había percatado de la presencia de Alonso a su izquierda. "Es que todavía no sé por qué ha sido, tengo que preguntarle por qué. En la salida le he visto tarde… cosas que pasan. En las salidas no cabemos todos. En mitad de la recta, saliendo de la curva 3, he mirado por el retrovisor y he visto a Fernando por la hierba, no sé cómo ha sido ni qué ha pasado".

Normalmente estas declaraciones tras la carrera quedan en poca cosa. Los pilotos las pronuncian nada más bajarse de sus monoplazas, todavía con la tensión arterial alta. Pese a que es bien sabido que Fernando Alonso no suele dar puntada sin hilo cuando habla, lo de México no fue más que un lance de carrera, al igual que se puede considerar lo ocurrido en Bakú durante la sprint dentro del caos que suele suponer una salida, mucho más en uno de carácter urbano, donde hay menos lugares donde apartarse y quitarse del medio.

Al igual que con cualquier tema, en éste lo peor es ser equidistante. Las equidistancias nunca duran mucho y a menudo te hacen perder el rumbo. Citando a Clint Eastwood en su papel como Nick Pulovski en la película El Novato, "las opiniones son como el culo, todos tenemos uno" y obviamente cualquiera que viese la acción en pista puede opinar distinto, siempre argumentando y con respeto, si puede ser. No se deber confundir equidistante con moderado.

Lo malo es cuando estas opiniones vienen heredadas, por ejemplo, de aquellos que buscan la noticia donde no la hay, metiendo el dedo en la llaga, intentando hacer sangre entre dos pilotos que aparentemente y, hasta donde sabemos se llevan bien, que tras cada batalla más o menos intensa que han tenido entre ambos en la pista, siempre han sabido medir sus palabras, sobre todo cuando se han referido uno al otro, sin dar pie a grandes titulares.

Pero venimos de lo sucedido en Australia en los últimos momentos de la carrera y, pese a que pasaron ya tres semanas, algunos ni olvidan ni perdonan que Sainz pudo haber arruinado el tercer podio consecutivo de Alonso. Los ánimos están calientes sobre todo entre según qué sectores y hay quienes saben cómo alimentar estas desavenencias entre aficionados en su propio beneficio.

Ha bastado una sola ocasión en la que uno de ellos ha dado unas declaraciones ‘menos amables’ para que se busquen titulares sobre un supuesto ‘mal rollo’ que pueda existir entre ambos. Sólo hubo un lance de carrera, un piloto que se hizo, repito, ancho para defenderse, mantener su posición o ganar otra durante la salida de un Gran Premio, como hemos visto tantas otras veces y entre tantos otros pilotos.

Menos mal que no tenemos a ambos pilotos españoles luchando por el título o en el mismo equipo, algo que creo imposible. Mientras tanto, habría que preguntarse qué sucederá cuando Fernando Alonso trate a Carlos Sainz como ‘uno más’. Que se lo pregunten a Max Verstappen y George Rusell tras su encuentro en la sprint de Bakú. 

Saludos.

Javi C.