La columna de Alex Palou: La remontada de Silverstone

06/07/2015 15:12

Curva a curva adelanté ocho coches en la primera vuelta. No pudieron ser todos en la salida, aunque fue muy buena. La primera vuelta me salió muy bien. Había calentado mucho los neumáticos, eso también me ayudó. Me la jugué un poco para ganar posiciones, porque sabía que en cuanto se estabilizara la carrera sería difícil adelantar, pero todos los movimientos me salieron muy bien y la suerte me acompañó.

Eso sí, en las últimas vueltas tuve una pequeña lucha con Jann Mardenborough. Él había ahorrado neumáticos como siempre hace y yo los había calentado demasiado en las tres primeras vueltas para poder ganar posiciones. Así que luchamos  un poco, pero nos lo pasamos muy bien. Estuvimos varias vueltas haciendo el 'muelle': él me pillaba, peleábamos un poco y al final nos volvíamos a distanciar. Eso pasó dos o tres veces, ¡pero al final lo mantuve detrás!

Cuando volví al paddock hablé con todos los mecánicos para darles las gracias, porque estaban un poco tristes por lo que nos había ocurrido el sábado. Les dije que supieran que teníamos un coche competitivo y que este año podríamos hacer mucho. Intenté animarlos y ellos me felicitaron. Antes no estábamos seguros del todo si éramos competitivos en carrera, si el coche se comportaba bien, si yo sabría gestionar los neumáticos... Pero en ese momento supimos que sí, que lo tenemos todo y que podemos aspirar a mucho más. En ese momento Adrián Campos estaba en la GP2, pero luego se acercó para decirme que la carrera había sido bastante buena y que era una lástima que en la del sábado tuviéramos un problema mecánico.

El sábado tuvimos un problema con un sensor del cambio de marchas. Yo iba quinto, guardando neumáticos y aun así pillando a Eriksson, y en la sexta o la séptima vuelta el cambio falló de golpe, sin aviso previo. El cambio se volvió loco, pensaba que estaba en otra marcha, luego bajaba una, etc. No funcionaba bien. Intenté dar otra vuelta para ver si podía continuar, pero era imposible. Nuestra estrategia era conservar y luego atacar en las últimas vueltas. Era muy posible terminar en cuarta posición. El podio ya era mucho más difícil, ¡pero el cuarto puesto también nos hubiera venido bien!

Por cierto, me sorprendió mucha la cantidad de público que hubo en Silverstone. Nunca había visto nada parecido. El jueves, durante el track-walk, vimos que había mucha más gente que lo habitual visitando el paddock de la Fórmula 1. Toda la grada estaba llena, eso también me sorprendió. Todos los días han sido impresionantes. Lo bueno es que nosotros no tuvimos problemas con el tráfico para llegar a Silverstone, porque tenemos que madrugar demasiado.

Tener una carrera sin problemas como la de ayer me ha ayudado, me da un poco más de confianza. Tanto en Silverstone como en las pruebas anteriores, mi padre siempre ha estado ahí. No ha faltado a ninguna carrera desde que soy pequeño, de hecho. Es mi héroe, es una persona que me apoya en todo, aunque cuando lo hago mal también me lo dice. Sin él no podría hacer lo que hago.

Ahora tenemos tres semanas de descanso antes de Hungría. Entrenaré a tope físicamente y trabajaré mucho para seguir mejorando. ¡Lo del sol y la playa lo dejamos para cuando no tenga competición!