Alex Palou: a por las 500 Millas de Indianápolis tras la primera victoria del año

16/05/2023 13:40

Soy el único que puede hacer el mes de mayo perfecto, porque he ganado el GP de Indianápolis este último fin de semana y ahora queda por delante el gran objetivo, las 500 Millas, que son lo único que tengo en mi mente. Tengo muchas ganas y confío mucho en lo que podemos hacer cuando llegue el gran día. De momento, sin embargo, tenemos una semana muy larga por delante en la que queremos dejarnos la piel para tener el coche perfecto para la carrera, que espero que sea tan buena como la del año pasado.

La victoria en el Indy GP me ha puesto líder en el Campeonato, lo cual es una pequeña alegría. Queda tantísimo calendario por delante que es demasiado pronto para pensar a largo plazo, pero prefiero ir primero que tercero, más con la temporada que hemos tenido. Siempre habíamos estado ahí, pero hasta ahora nos faltaba tener una buena carrera de verdad en la que todo nos saliera bien. Quizá nos ha salido demasiado bien, porque en la IndyCar no es habitual ganar con tanta superioridad y ahora hay gente que puede pensar que ésta será la norma. No creo que pensarlo sea realista, aunque la lectura en clave positiva es que estamos haciendo un gran trabajo y que vamos por el buen camino.

La estrategia fue una de las claves del éxito. Optamos por empezar con los neumáticos rojos y terminar con los duros, que quizá no era la estrategia que tenía prevista la mayoría. Nos decantamos por ésa porque en el warm-up vimos que nos faltaba algo de ritmo cuando pusimos el neumático rojo, de modo que necesitábamos hacer algo distinto al resto si queríamos pelear por la victoria hasta el final. Por eso optamos por salir de inicio con las rojas nuevas, tirar hasta que pudiéramos y una vez ahí saltar a las negras para llegar hasta el final. El último stint nos salió súper bien y pudimos sacar una distancia de más de 15 segundos, que es muchísimo tiempo en esta categoría.

Sea como sea, este año hemos dado un paso adelante importante con el coche. Hemos mejorado en clasificación, porque tanto en Barber como en Indianápolis. Aún nos falta un poco, porque a veces se nos escapa esa última décima que nos impide conseguir la pole, pero ya estamos hablando de la última vuelta de tuerca. No tiene nada que ver con la temporada pasada y eso es importante, porque este año la parrilla está muy igualada, más que en 2022, cuando había más distancia entre equipos. Ahora, si no lo clavas todo a la perfección, te puedes ver fuera del Top 10. No queda otra que seguir dando pasos adelante y ser constantes, y ganar carreras cada vez que se nos presente la oportunidad.

Ahora empiezan las 500 Millas de Indianápolis. Yo las quiero ganar sí o sí, pero no depende solamente de lo que yo haga en la pista o del trabajo que haga el equipo en el muro y el garaje. La suerte es un factor importante. Todos los pilotos que venimos de Europa lo vemos así: coincidimos en que es una carrera que te puede cambiar la vida, pero que al mismo tiempo la puede ganar cualquiera haciendo una estrategia muy loca o teniendo un golpe de suerte. Lo único que puedes hacer es minimizar las variables: hacerlo todo bien en los entrenamientos, llegar bien a la clasificación y preparar un coche que te permita navegar bien en tráfico. Si haces todo eso bien, luego estás en manos de la fortuna.

Las 500 Millas de Indianápolis me gustan mucho porque es larga, muy divertida y sientes que tienes mucha presión, tanto literal por las velocidades a las que vamos como metafórica por la importancia de lo que hay en juego. Mi familia siempre me viene a ver y esta vez tampoco faltarán a la cita, lo cual siempre es un buen aliciente. Yo no he cambiado mi forma de preparar la carrera. Si acaso, ahora tengo un poco más de experiencia y las cosas ya no me sorprenden tanto, lo cual me hace estar aún más centrado. Voy con la misma mentalidad y un poco más confiado. Eso no quiere decir que estemos obligados a ganar, porque hay muchos factores que influyen en eso, pero creo que estaremos ahí peleando al final del domingo.

Tengo la sensación de que serán unas 500 Millas muy abiertas. Nadie encontrará nada nuevo en el coche, pero sí es verdad que el año pasado fue el primero en el que nosotros fuimos tan fuertes. Eso te hace pensar que quizá alguien puede dar el mismo paso adelante e igualar las cosas. Ojalá que no sea el caso, ojalá que nosotros sigamos teniendo la misma velocidad, pero es verdad que Chevrolet ha mejorado y no creo que los Honda tengamos más velocidad, así que estará más ajustado, como se ha visto toda la temporada.

Los entrenamientos libres empiezan este martes, pero nosotros llevamos trabajando en ese coche desde que empezó el año. El equipo tiene el chasis en la fábrica y lo repasan a fondo para asegurarse de que está en las mejores condiciones posibles, de que no hay ningún roce ni nada extraño, porque esos detalles aparentemente insignificantes se pueden magnificar cuando vamos a toda velocidad. Eso lleva a que cada equipo haga pequeños cambios en el chasis, que son lo que acaba marcando la diferencia y acaba dictando qué equipos tienen más velocidad. Es por eso que el año pasado nosotros colocamos cinco coches en el Fast 9.

Los Libres de este martes serán un shakedown. No ponemos el coche en pista desde el año pasado, de modo que lo primero es asegurarnos de que todo va bien y que no haya ningún problema. A partir de ahí, tenemos algunas piezas aerodinámicas que la IndyCar ha introducido este año y aún estamos evaluando qué es lo que nos va mejor y qué es lo que no. Una vez sepamos eso, ajustaremos los reglajes para rodar bien en tráfico y ser rápidos en clasificación, aunque será difícil sacar conclusiones porque hasta el Fast Friday no rodaremos con todo.

Las piezas aerodinámicas que queremos probar son unos pequeños flaps para el alerón delantero, el difusor y los laterales. Son los mismos para todo el mundo, de modo que cada piloto verá qué le va mejor. Son pequeñas modificaciones para ganar un poco de carga aerodinámica, aunque tampoco demasiada porque no quieren que sea como hace 20 años, cuando los coches podían ir en paralelo sin problemas. La IndyCar quiere mejorar un poco lo del año pasado y creo que lo están haciendo bien.

Mi coche en particular será el mismo chasis que en las 500 Millas del año pasado. No tuvimos ningún accidente, de modo que podemos mantenerlo sin problemas. Un coche de IndyCar puede hacer cinco o seis ediciones de la Indy500 sin problemas, siempre que no tenga ningún problema mayor. El mío era de los más rápidos que había en la pista, si no el que más, de modo que hemos decidido seguir con él.

Para todos estos días me hospedaré en un motorhome en el interior del circuito, como los últimos años. En Indianápolis es especialmente útil porque tenemos que estar muchas horas en la pista, de modo que está bien tener un pequeño rincón en el que descansar y reponer fuerzas. Los motorhome también dan pie a un sinfín de bromas, porque en las 500 Millas existe la tradición de gastar novatadas o bromas pesadas. Veremos qué le hacen a Conor Daly, porque siempre le toca la peor parte. Yo no entro en ese juego, sino que prefiero guardar las distancias y disfrutar de las trastadas que el resto de pilotos se hacen entre ellos. Intento no entrar, porque sé que si lo hago ya no hay vuelta atrás. De momento no me la han liado ningún año y espero que siga igual.

A por las 500 Millas. Serán dos semanas de mucho trabajo hasta el 28 de mayo, el día de la gran carrera. Ese día te levantas con la ilusión de un niño pequeño y te puedes ir a dormir en los libros de historia. Yo la quiero ganar sí o sí. Ya tengo el título de campeón de la IndyCar en mi palmarés y he acariciado la victoria varias veces, así que espero que ésta sea la buena. Sólo me queda trabajar al máximo y hacerlo todo bien, y luego esperar que la suerte nos sonría. Porque sí, esta carrera es muy importante y todos la queremos ganar, pero la puede ganar cualquiera con una estrategia muy loca o un golpe de suerte en el momento menos esperado. Nos divertiremos, eso seguro.