El sonido de los V6 Turbo no convence

Y la música cambió

04/02/2014 12:11

Comprobado: la música de la Fórmula 1 ha cambiado. Ya han concluido los tests de invierno en Jerez, ya hemos tenido ocasión de escuchar de bien cerca cómo suenan esos V6 Turbo de los que tanto habíamos hablado -y más que hablaremos- y, como era de esperar, las sensaciones iniciales de esta nueva era no han dejado indiferente a nadie.

El V6 Turbo sonará a motor de carrera, pero no de Fórmula 1. Esa es la impresión que se le queda a uno. El estruendo que caracterizaba a los V8 ha desaparecido. Ahora ya ni hace falta siquiera llevar auriculares cuando estemos en el circuito. El nuevo tren motriz es más ecológico, más tecnológico y quizá hasta más atractivo para los fabricantes, pero ninguna de esas virtudes convence de primeras a una afición que no comprende ni desea que el progreso del deporte vaya en contra de uno de sus principales atractivos.

Tampoco hay que engañarnos. La Fórmula 1 dista dos o tres universos de ser una versión cara y lujosa de la Fórmula E, pero es justo admitir que ahora mismo la GP2 y la Porsche Supercup hacen más ruido y son 'presencialmente' más espectaculares que la llamada categoría reina del automovilismo. Y eso no pasará inadvertido a nadie.

El volumen de esta nueva era es mucho más bajo, cosa que solo es buena si los motores te causan rechazo y da la casualidad que tienes tu casa al lado de un circuito. La reacción del aficionado medio es inmediata, pudo verse en las tribunas de Jerez y en los accesos al circuito, donde muchos comentaban con desengaño las sensaciones que les creaba la nueva mecánica.

Es evidente que los equipos exprimirán más su coche cuando entiendan su comportamiento, en Jerez hemos visto que cada día que pasaba sonaban algo más, pero también está claro que la Fórmula 1 ha cambiado. El efecto turbo y el menor régimen de revoluciones, que en 2014 se reduce en 3.000 rpm hasta las 15.000, explican el cambio de timbre de este deporte, que vuelve a notas parecidas a las de los años ochenta. Y aunque resulte interesante y hasta placentero volver a escuchar el zumbido de los Turbos en aceleración, esta "Fórmula Híbrida" no ha convencido en su debut.

Es más que probable que la FOM se esfuerce desde su tabla de mezclas para que las retransmisiones no pierdan espectacularidad, pero el sonido en directo de los seis cilindros no deja lugar a ambigüedades. La música de la Fórmula 1 ha cambiado, ahora es más tranquila y suave que nunca. Bienvenidos a 2014, pero si lo de Jerez no les gustó, recuerden que al menos no son los cuatro cilindros en línea de 12.000 rpm de los que hablamos hasta junio de 2011. Solo queda una opción: adaptarse. Y si trabajan en Red Bull o Renault, inyectarse cafeína en vena para recuperar el terreno perdido.