Bien está lo que bien acaba, y Massa tiene las maletas en la puerta de Maranello. A ver cómo liquidan esto...

José M. Zapico
19/09/2013 12:11

Felipe Massa abandona la disciplina roja y advierte que se va a marchar como los buenos toros, matando, pero sus pulmones dan más bien para poco. El de Sao Paulo, en un ataque de amorpropismo larga por las cadenas televisivas de su tierra que en lo que le queda de colorao piensa buscarse la vida para salir por la puerta grande y venderse mejor en un mercado de carreristas revuelto y algo desvirtuado. Al tiempo, Montezemolo le pega voces desde su ventana diciendo que de eso nada, que apechugue con lo pactado, que es ni más ni menos que ejercer de camarero de Alonso, líder natural del equipo y único participante con relativas posibilidades de llevar algo voluminoso a la sala de trofeos contigua a la pista de Fiorano, que por cierto, sus bisagras necesitan 3-en-1 porque de su poco uso... chirrían. 

No es que el ego de Felipe se le salga del pecho como una cría recién nacida de Alien, sino que sabe que si quiere un volante para 2014 tendrá que demostrar que en sus manos todavía albergan velocidad, algo capadas o al menos limitadas, mientras sus jefes le ordenen -de manera demostrada- que se aparte en beneficio de su socio asfáltico. Bueno, ojo... tampoco se ha apartado tantas veces, porque han sido muy pocas las ocasiones en las que las circunstancias le han condenado a pasar por la humillación legal y deportiva de las órdenes de equipo. 

Quedó tercerito con un 32% de puntos menos, dos victorias y siete podiums

Los responsables de las escuderías seguramente deban comprar en Media Markt porque no solo no son tontos, sino que además, a pesar de lo que muchos aficionados conspicuos y eruditos piensen, tienen información de primera. Massa ha tenido una carrera muy regular y constante... cuesta abajo. En 2006 llegó a Ferrari en sustitución de su paisano y amigo Rubinho Barrichello como joven piloto emergente y prometedor para añadir calidad al conjunto. No lo hizo nada mal; acabó tercero tras un tal Michael Schumacher, subcampeón en el segundo reinado de ALO y tipo escurridizo cuya estela es harto complicado seguir, y Felipinho lo hizo. De hecho, se marcó una brillante temporada en la que quedó tercerito con un 32% de puntos menos, dos victorias y siete podiums. No estuvo nada mal para su debut. 

En 2008 fue Campeón del Mundo durante unos 800 metros, justo los que avanzó Lewis Hamilton al que le tocó la lotería japonesa de Timo Glock, gracias a cuya inopinada participación, el título se fue para el de McLaren. Desde entonces, salvando el lógico bache de su escalofriante accidente en 2009 y un cierto periodo de recuperación, ha ido deslizándose hacia abajo en la tabla de resultados. De 2010 para acá sus resultados no solo no se acercan al de su compañero, sino que malamente alcanza la mitad de puntos, y de paso ha marcado tristes y desagradables récords en su historia personal como el de ser el piloto de Ferrari que más tiempo ha estado sin ganar nada. No es difícil pensar que los jefes de equipo saben esto. MAS puede realizar, con algo de suerte, un par de buenas actuaciones como hizo en los compases finales de la temporada pasada, pero en la evaluación contínua a la que el crono somete a todos los participantes, su valor ha bajado enteros en la bolsa de valores del paddock. Si Felipe cotizase en el Nasdaq neoyorquino, ahora valdría fácilmente un 20-25% menos que cuando aterrizó en Ferrari. 

Algo más. Se dice que todos los pilotos que acompañan a Alonso, esté donde esté, siempre mejoran. Hay quien piensa que porque de golpe añade calidad a un coche que era inferior, o porque se les contagia, lo que sea. El caso es que mejoró Trulli, Fisichella también... pero Massa no creció, a él no le pasó. Es raro. 

De 2010 para acá sus resultados no solo no se acercan al del compañero

El brasileño es un correcto piloto que a pesar de llevar ocho años de vecino en Maranello ha ido evidentemente cuesta abajo cuando debería haber sido justo al revés. Una mayor experiencia, un superior conocimiento de la categoría, de su entorno cercano, de acomodar el equipo a sus preferencias y la pura biología –la edad-, deberían haberle aportado una ventaja que se ha disipado, pasando como esas divas de la ópera que han perdido la voz y en lugar de cantar en la Scala de Milán, ahora se juntan con DJs o hacen performances veraniegas en campos de tenis de ciudades turísticas. No es que el chico no valga, sino que en lugar de parecer un solucionólogo como es lo que necesitan en Lotus, empieza a tener aspecto de piloto en carrera pretéritamente caduca que tiende a acabar en equipos medianeros con deseo de titulares pero donde saben que de resultados, pocamente. 

Otro elemento de juicio raruno es que del propio entorno del piloto, o incluso de él mismo, salga que ande en conversas con por ejemplo McLaren, donde parecen estar dispuestos a dar continuidad a su actual pareja de hecho, o con los citados Lotus. Aquí, con menos pelas que los de por encima, necesitan a alguien con potencial, si no el suficiente como para reemplazar a Kimi, alguien que pueda sacarle las castañas del fuego que a Grosjean parecen achicharrar las manos. Si nuestro hombre acaba heredando el butacón del finlandés, desde luego no sería el tío ideal. Posiblemente Hulkenberg sí, que con mucha menos experiencia, parece cargado de una ambición y agresividad en pista propia de los hambrientos. En todo caso, que haga públicas las negociaciones que deberían quedar en el ámbito de lo absolutamente secreto es un arma de doble filo; siempre habrá alguna escudería que te diga que no, y todos sabrán que no le quisieron. Ahí ha jugado regu.

El subcampeón de 2008 se encuentra en tierra de nadie, ni con los vecinos del ático, ni con los gurripatos, adinerados o no, que pueblan la zona media y baja del escalafón taurino. Tiene edad y experiencia como para liderar un equipo medio, o... ¿acompañar más tiempo a otro primer espada haciéndole de comparsa? Ofú. Eso o traer guita, y de eso, poco. Brasil es un país emergente, uno de los BRICS, y la compañía constructora de aviones Embraer tiene intereses en el tema, pero a su edad, nivel y experiencia es casi triste que su permanencia en la categoría dependa de la cartera de otro. 

En cuanto a su participación de aquí a fin de curso, sería muy raro que estuviera por delante de Alonso y con posibilidades de restarle puntos, o entorpecer medianamente a otros concurrentes. En el cuerpo a cuerpo entre compañeros, mejor será que ni miremos la estadística porque el careto del paulista se le va a acabar confundiendo con su uniforme encarnado. En lo de sujetar a otros... bueno, con el coche que tiene tampoco va a parar los alados quesos de Sebas Vettel, y si sonara la flauta en parrilla, estadísticamente es tremendamente remoto que ALO no le pase -con un coche igual- en las dos primeros giros de una prueba cualquiera. Otra cosa es que se haga el remolón tras una parada en boxes cualquiera, ante lo que ya se hará cargo su equipo de hacerle lo propio y apartarlo de su trayectoria. Si Massa es listo hará lo que tiene que hacer, y no ser tachado de aguafiestas, díscolo o insubordinado, un papel que no está hecho para él.

La F1 con Felipe está mejor, pero mucho nos tememos, que sin el mejor brasileño de la parrilla en los últimos años se ausenta, pocos le echarán de menos. Vaya a donde vaya, que tenga un buen viaje.