El nuevo Alien vs. Predator de la F1

¡Kimi! Trile del cavallino pa renovarse o morir por empacho azul. Segundas partes, nunca fueron… rojas

José M. Zapico
12/09/2013 12:01

En las tiendas británicas de souvenirs deportivos de los circuitos el ya alto precio de las chucherías que los enfermos de velocidad adquirimos tienden a duplicarse cuando están teñidas de rojo. No es que construir un bolígrafo de diseño con un jaco plateado donde tiene el botoncito cueste el doble; es que los frikis de las prisas estamos dispuestos a pagarlo, porque todo lo que ocurre en Ferrari... parece que es más grande, que importa más, que puntúa doble. Por ello cualquier cambio mayor en Maranello ocupa más espacio en los rotativos italianos que el penúltimo escándalo con fulanas protagonizado por el hortera-de-bolera de Silvio Berlusconi. 

Todo lo que ocurre en Ferrari parece que es más grande, que importa más, que puntúa doble

En La Casa Roja necesitan un volantazo desde hace tiempo, una especie de Constitución renovada que les permita liderar en lugar de ir a remolque. Tuvieron una oportunidad de oro para ponerse a ello con la llegada de Alonso, pero prefirieron seguir el rumbo trazado en un guión que sin ser malo, no ha sido el óptimo; victorias y momentos para celebrar sí, títulos... ninguno. Este año ven con impotencia cómo Vettel se va a zampar su cuarto Frigodedo consecutivo sin despeinarse. Su ritmo implacable, su ausencia de errores, sus seis victorias, y la perfección y ligera superioridad de su RB9 -es mejor pero no lo arrollador de otros años- no invitan a pensar otra cosa más que: Habremus Campeón Azul.

A cambio, el equipo de los equipos, Ferrari, se ve forzado a mover ficha aunque solo sea para que no se diga que no hacen nada y rizan el rizo rescatando a su excarrerista finlandés. Mientras, en Lotus se disparan todos los botes de Rexona que les manda su patrocinador para eliminar el tufo a hostia inesperada que les ha dado el muchacho. 

Echemos un vistazo a Los Tres Mosqueteros, sujetos paciente de la carambola encarnada:

Hay quien piensa que esto es una bomba de relojería en el corazón de Maranello

El beneficiao: Kimi-Matthias Räikkönen, muchacho de ojos casi blancos de puro claro por el que chicas de todo el planeta suspiran, y no precisamente por su locuacidad. Piloto rapidísimo de manera natural, a una vuelta puede que más que ALO, al que dejará atrás muchos sábados. Si Kimi se sube a un bidón lo haría rápido a golpe de genialidad. Eterno tapado en carrera, de los que llegan arriba sin que nadie se dé cuenta. Dado a apretar el mentón contra su pecho, arrear palante en la medida de lo que su coche le permita, al que añade un extra de velocidad. No se calla una con su equipo. Habla claro, no se corta un pelo y no admite órdenes si no está de acuerdo con ellas. Hay quien piensa que esto es una bomba de relojería en el corazón de Maranello. Conociéndole un poco, apuesta tu dinero a que el día que alguien le diga por la radio "Kimi, Fernando is faster than you, apártate", él hará un corte de mangas y dirá "mis ©0_|0π€$". 

Retorna a Ferrari tras haber sido indemnizado con una cifra mareante (alrededor de 18 minolles de leuros) para que dejase sitio al que ahora es su nuevo compañero. Cuando lo largaron, le echaban en cara que aportaba poco a su escudería, que hacía lo justito. No se mata a currar, pero sus indicaciones son muy respetadas a pesar de que habla poco y no es un crack en lo de la comunicación. Él lo que quiere es vivir bien, cobrar mucho y que le den coches buenos para correr. Esto no es una opinión sino lo que él mismo dice. A cambio es capaz de liderar y ganar con coches inferiores -recordar 2007- y llegar a un circuito media hora antes de una carrera para llegar el primero a la meta un rato después. Claramente uno de los Cuatro Fantásticos, un hombre franquicia. Abandona Lotus, un equipo prometedor a principios de temporada, que de manera bastante previsible dejó de avanzar por su limitado presupuesto. Kimi sabe que para ganar, hay que estar en un equipo grande. Ya lo está. 

 

El defenestrao: Felipinho Massa abandona la disciplina italiana con rumbo desconocido y pasa de ganar 12 minolles de leuracos al año -patrocinios personales aparte- a engrosar, en principio, la cola del desempleo. El mejor brasileño durante años en la F1 no es objeto de deseo de ninguna escudería. Ni un mal rumor, nadie preguntando precio, nada… 

Hubiera sido un correcto segundo piloto de haber estado más parejo a sus compañeros

El que fuera Campeón del Mundo de 2008 durante unos 30 segundos si que consiguió un subcampeonato, 10 victorias colorás y 36 podiums. A pesar de un trabajo abnegado y sumiso ya fuera con Schumacher o con Alonso, pocos, por no decir nadie, recuerda destellos del brillo que emanan los campeones. Felipe no es un piloto para liderar una formación como Ferrari pero hubiera sido un correcto segundo piloto de haber estado más parejo a sus compañeros… pero es que vaya compañeros que ha tenido. Su papel no era fácil, pero el segundo piloto ideal de Ferrari es un escolta mochilero que reste puntos al resto, que viaje cercano y protegiendo el flanco de su jefe y que en caso de fallar éste, pudiera ganar carreras. Rubens Barrichello, o Eddie Irvine desempeñaron mejor ese papel. Muchos observadores arremetían contra él por lo flojaina de sus registros, especialmente después de su accidente, del que sí se recuperó. No fue esto lo que pareció incidir en sus resultados; a la vuelta del hospital y en la temporada 2010 lo que se vio era parecido a lo de antes del escalofriante suceso que casi le cuesta la vida. Lo peor llegó después, con los Pirelli, a los que nunca pareció adaptarse del todo. El de Sao Paulo es mejor y tiene más experiencia que media parrilla, pero no lo va a tener fácil si lo que quiere es quedarse en el negocio.

 

El asturiano ha batido a todo compañero al que le han puesto a su lado… menos a Lewis

El bisagra: Alonso está en medio y al tiempo que despide con cariño a su socio durante los últimos años, saluda amigablemente al que llega, al que verdaderamente respeta. Esto va a ser un poco como "Alien contra Predator". Los dos lo saben, se tienen muy bien cogida la medida y son conocedores de que no tienen a un compañero al lado sino al primer enemigo a batir. El asturiano ha vencido a todo compañero al que le han puesto a su lado… menos a Lewis, con el que tuvo un empate técnico. A ALO aquello le pilló descolocado. Esta vez sabe muy bien por dónde van a venir los golpes, y sabiendo más que de sobra que en Ferrari trabajan de manera tradicional para su primer piloto, uno de los dos, como mínimo, tiene que ser el segundo. 

El de Oviedo llevará cinco años de rojo en 2014, es bicampeón, todos los desarrollos se centran en su persona y ha llevado a la Scuderia mucho más allá de donde hubieran llegado por sí mismos. Alonso será el primer piloto, porque entre otras cosas le deben los dos mundiales que se le escaparon de entre los dedos por la ineficacia de la formación. Ferrari se esforzará en decir públicamente que "no hay primero ni segundo, y que pueden luchar y tal y tal", como decía Jesús Gil. Lo que sospechamos es que habrá acuerdos internos del tipo Multi21. "Si el que clasifica mejor llega primero a la mitad de la carrera, habrá pacto de no agresión", por ejemplo. Solo hay una cosa peor que ver los dos coches de tu equipo estrellados: que se hayan estrellado entre sí. Como nadie gana con una situación como ésta, lo inteligente es repartirse a la fulana antes de que la arrojen al río… o les pase algo parecido a lo de Red Bull en Turquía 2010.

En todo caso, si hasta ahora Alonso tiraba del equipo, no va a estar en una posición cómoda, porque ahora lo hará con un gato dándole tarascadas en la espalda. Eso si no se le sube a las barbas. Nos lo vamos a pasar como los enanos, porque vamos a ver dos mundiales: el de Alonso contra Kimi, y el de estos dos contra el resto. 

En una esquina, medio oculto por una cortina y en la zona más sombría de la habitación, Bernie Ecclestone sonríe maliciosamente y le dice a sus adentros: "de puta madre, morbo, jaleo… ¡audiencia!". Y que nosotros lo veamos.