Un mar de dudas

¿Qué esperar de Honda en 2016?

Ignacio López Albero
29/09/2015 17:06

"Motor de GP2, motor de GP2", cantaba Fernando Alonso por la radio. Hace 10 años entonaba el 'We are the champions' en Interlagos. La vida pasa y nada sigue igual. Desde su cubículo particular mandó un mensaje alto y claro. Palabras que buscaba receptores con el 'Honda Racing F1' serigrafiado en sus austeros polos blancos. 

Nuestros ojos se han acostumbrado a ver al monoplaza negro, reñido con vestir más patrocinadores, de nombre McLaren y apellido Honda, a pasear por el fondo de la parrilla. A ser vapuleado en las rectas como el que enciende un cigarrillo. El mechero lo ponen Alonso y Button.

El del español estalló en el fragor de la batalla. Ericsson le provocó, y Max Verstappen le acabó por desesperar. El modo 'zen' que había caracterizado a Fernando hasta el momento, se esfumó en Suzuka. El samurái se ha comenzado a cansar de luchar sin espada ni armadura. Esto es lo que hay. Esto es lo que les queda en las cinco pruebas restantes. Ya queda menos para que finalice el dramático 2015. ¿Y qué esperar de 2016?

 

REDISEÑO DE LA UNIDAD DE POTENCIA

Porque los problemas del matrimonio McLaren-Honda vienen desde Suzuka. La unidad de potencia, con la que se pretendía impulsar los sueños de Alonso, se ha encasquillado en su parte eléctrica. El ERS que sí da toda su potencia en el banco de pruebas nipón, sufre el síndrome del miedo escénico a bordo del MP4-30. No encuentra la postura idónea en el minúsculo espacio que le reservó Peter Prodromou.

Recapitulemos. Porque hace no mucho, las cifras hablaban de que el corazón de McLaren tenía la potencial fuerza de latido en 829 CV. ¿Recuerdan? Los números colocaban al Mercedes con 840 CV; al Ferrari con 850 CV; y al de Renault, 810 CV. Fuerza potencial derivada de la sintonía ICE-ERS, claro. Es decir, motor de combustión interna sumado a la parte eléctrica.

Pero el V6 Turbo híbrido no alcanza esa potencia ni de lejos. Son 163 CV los que no son capaces de despertar en el interior del MP4-30. Esos que sí salen a relucir en Sakura. Y es que, en esos caballos, se reduce casi todos los problemas de McLaren-Honda. ¿Y qué potencia tiene su ICE?

El motor de combustión está, actualmente, a 40 CV del Mercedes, 30 CV del Ferrari, y, ojo, 25 por delante del de Renault. Cifras decentes para lo que se espera de ellos en su primer año. Pero…hay más. Otro problema. El ICE también se alimenta del ERS. Necesitan del MGU-H para generar entre 30-40 CV extra. Por lo que, hasta ahora, hablamos de casi 200 CV que Honda no suele tener. Están ahí, pero no consiguen encontrarlos. 

No se echen las manos a la cabeza. Este mismo problema causó en 2014 migrañas a los ingenieros de Ferrari y Renault. Y miren ahora la unidad de potencia italiana… Una pesadilla que ahora toca vivir a los japoneses. Están  navegando en ella. Pero, con 2016 entre ceja y ceja, trabajan día y noche por obrar el milagro. Con el trabajo de Maranello en el espejo, Honda ya piensa en el futuro. 

Se viene el baile de 'tokens'. Otra vez. Recuerdo que la unidad de potencia al completo tiene un total de 66. Para el 2016 los motoristas tendrán a su disposición 25 para implementar su V6 Turbo. Todos lo mismo. Incluido Honda. Aunque ya comienzan las presiones para lograr mayor libertad, test y que se aumenten a 32 los tokens… Hasta el 28 de febrero tendrán los fabricantes para desarrollar sus motores y homologarlos ante la FIA. 

¿Obrará el milagro de ponerse al día Honda? Las palabras de Arai tienen ahora mismo menos fiabilidad que su propio motor…pero confía en revertir la situación en este invierno. Han entendido cuáles son sus problemas. Saben que tienen que cambiar. Ya trabajan a destajo para darle a Fernando Alonso un motor de F1, no de GP2. "Podemos hacerlo", declaró hace poco el jefe de Honda Racing. Y lo intentarán hacer rediseñando la unidad de potencia. Aunque también hay que mirar al señor Prodromou y el chasis del MP4-31…

La desesperación y frustración actual deja resquicios de esperanza futura. Honda cree. McLaren cree. Alonso cree. Si McLaren quiere asustar a Mercedes (y Ferrari) ha de hacerlo de la mano de Honda. Ser cliente no es una opción para volver a la cima. La mítica alianza, que ahora parece Manolo y Benito de acento nipón, no se rinde. Todo un año arrastrándose por los asfaltos de todo el mundo es el precio para despertar a la bestia. Para seguir impulsando los sueños de Fernando. El triángulo mágico sabe lo que es tocar el cielo. Sufrir ahora... ¿ganar en 2016?