102 octanos

El póster de la habitación de tu hij@

14/02/2014 14:19

Jacques Villeneuve se ha descolgado esta semana con una frase tajante: "La F1 ya no será nunca más un deporte épico. Los cambios en el reglamento están dibujando un camino artificial que hacen que no funcione". ¿Tiene razón?

 

En los últimos años, Jacques Villeneuve ha hecho de todo. Desde sacar un disco hasta correr en casi cualquier categoría automovilística del planeta. Desde el Andros a la Nascar, pasando por los V8 Supercars o las múltiples pruebas espectáculo. Nada ha cambiado. Este enfant terrible de las carreras sigue luciendo monos de talla XXL (ideales, a día de hoy, para esconder barriguita) y sus declaraciones son tan tajantes como de costumbre. Claro que, ahora tiene menos pelo y una barba incipiente.

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El próximo reto del hijo del gran Gilles será el Autocross, una disciplina que IMG (agencia de representación de deportistas y organizadora, entre otros eventos, de la triatón de Londres, la de Barcelona y el trofeo Conde de Godó de tenis) pretende convertir en una inversión de futuro. Como perfecta mezcla de las carreras de circuito y rallies, ha querido atraer hacia ella a algunos de los más ilustres retirados de ambas disciplinas.

En fechas recientes, Jacques ha vuelto a hacer aquello que más le gusta: lanzar dardos envenenados. Y su destino preferido sigue siendo la F1, una categoría de la que ha quedado progresivamente desencantado. El campeón de 1997 centraba su diana en aquello que distinguía a la categoría de la mayoría de especialidades: la creación de héroes (son declaraciones de la revista Autosport). 

Con el paso de los años se va divisando que el proceso de fabricación de héroes entra en un preocupante deterioro. Hemos hablado de ello en sucesivas ocasiones, y bastapara entenderlo un ejemplo paradigmático: Sebastian Vettel. Cuatro mundiales seguidos no han bastado para consolidarlo como estrella mítica del firmamento de la F1, ya que su protagonismo se entremezcla con el de su equipo y su director técnico, Adrian Newey

Tú te sientas y el coche hace el trabajo por ti. (…) Han eliminado la épica

¿Acaso en el pasado Senna o Prost ganaban con el peor coche? En absoluto. ¿Entonces? La clave es la reducción de la contribución al éxito del factor piloto. Lo ejemplifica Jacques Villeneuve en esta cita: "Los pilotos deberán ahorrar gasolina este año, aunque este concepto es erróneo, porque no lo harán variando su estilo de conducción, sino actuando electrónicamente desde sus volantes. Tú te sientas y el coche hace el trabajo por ti. (…) Han eliminado la épica. Ahora se adelanta apretando un botón, no jugándotela en una maniobra extraordinaria”. 

Las palabras de Villeneuve parecen acertadas y van contra el trágala que azota a nuestra generación y que, disfrazado de eufemismos (recetas, reformas, adelantamientos, DRS, ERS, KERS…) nos hace asumir cualquier dictado sin rechistar. Nadie escucha, y la categoría prosigue sin orden estratégico. El presente quiere vender una idea de F1 más verde y eficiente, lógica que ha obligado a los equipos a triplicar sus presupuestos de ingeniería, una inversión que está partiendo la parrilla por la mitad. Cada vez menos equipos capaces de ganar, y más pobres mendigando por sobrevivir… Como en la vida misma.

Cierto que el automovilismo requiere cambios, pero no vendría mal revisionar la película Rush que, por cierto, ya está a la venta en DVD. No se trata de huir hacia atrás, sino de revertir la tendencia que hará que los niños del futuro, en lugar del póster de su ídolo, cuelguen en su habitación el último monoplaza de Adrian Newey.