Sato y Wilson no ven a los F1 capaces de correr en Long Beach
Ecclestone se ha propuesto llevar de vuelta la Fórmula 1 al circuito californiano de Long Beach, donde se corrió en los 70 y los 80 (el último en ganar allí fue John Watson en 1983). Lo último que sabíamos es que el ayuntamiento de la ciudad está esperando a recabar más información para decidirse a abrir el concurso para pujar por sus derechos, pero ahora el trazado estadounidense vuelve a salir a la palestra y no por buenas noticias precisamente.
Y es que algunos pilotos consideran que la Fórmula 1 no debería regresar allí con el estado actual de la pista. "No sé si los coches de F1 actuales podrían absorber las condiciones de la superficie de la pista aquí o no, yo diría más bien que no. Tendrían que reasfaltar el trazado como hacen en Montecarlo todos los años", opina Takuma Sato, que corrió durante siete temporadas en el Mundial y que ganó la cita en Long Beach de la IndyCar el año pasado.
Wilson: "Vi esa historia de la vuelta de la F1 y me reí. No hay manera de que una carrera de F1 pase por aquí"
Por tanto, el japonés sabe muy bien de lo que habla cuando anticipa problemas ante una posible llegada del Mundial al Condado de Los Angeles. El mal estado de la pista con sus numerosos baches complicaría mucho la estabilidad de los monoplazas: "El resto de la pista es semipermanente, por lo que tiene una superficie muy lisa. Se trata de un circuito urbano, incluso nosotros en la IndyCar tenemos un montón de rebotes por los baches. Así que ahí queda un montón de trabajo por hacer".
Pero Sato no es el único que lo ve así, Justin Wilson, que compitió en la F1 en 2003 con Minardi y Jaguar, comparte la misma opinión: "Nos encanta ir allí porque es Long Beach, es muy divertido y tan puro, pero un coche de F1 no va a ir. Estarían quejándose de los baches y tendrían que reasfaltar todo el lugar. Vi esa historia de la vuelta de la F1 y me reí. No hay manera de que una carrera de F1 pase por aquí".
El británico, que lleva desde 2004 haciendo carrera en la competición de monoplazas norteamericanos, se muestra tajante ante tal posibilidad: "En la década de los 80 se podría hacer, pero ahora no tiene ningún sentido. Es un gran evento que nos encanta, pero Mónaco es tan suave como la Indy 500 para darle un punto de referencia. Si ellos vienen a Long Beach, estarían en shock".
