La Fórmula 1 "ya no tiene encanto", según Montezemolo
El nuevo reglamento adoptado a la Fórmula 1 en 2014 ha traído consigo una encendida oleada críticas hacia su falta de espectáculo, motivada en parte por el dominio incontestable del equipo Mercedes AMG durante el transcurso de la primera mitad del campeonato. Dentro de tales voces contrarias al funcionamiento del deporte, emergen de forma asidua las quejas de Luca Cordero di Montezemolo, quien sugiere modificar la estructura interna de la competición en un intento por devolver la esencia perdida a la F1.
En esta ocasión, Montezemolo ha vuelto a insistir en su voluntad de reunirse próximamente con Bernie Ecclestone para debatir sobre la posibilidad de implantar algunas modificaciones permitan un aumento considerable de la emoción sobre la pista. Tal es la inquietud del mandatario, que se ofrece a ser él quien gestione el encuentro con Mr.E: "Si él no la hace, la haré yo. Es mi deber", comenta en unas declaraciones recogidas por la publicación Focus.
Las reglas son demasiado complicadas, y los corredores pilotan como taxistas
La necesidad de aumentar el espectáculo a la que hace referencia Montezemolo encierra una serie de carreras anteriores en las que los pilotos, bajo su visión personal, no han sido capaces de exprimir las posibilidades de sus monoplazas gracias a la limitación de 100 kilogramos de combustible.
Así, el italiano recalca la necesidad de recuperar de forma inmediata la esencia de la Fórmula 1: "Todo eso ya no tiene encanto. Tenemos que hacer algo urgentemente. Las reglas son demasiado complicadas y los corredores pilotan como taxistas..."
La tendencia de los nuevos monoplazas parece denotar una pérdida significativa de su velocidad general, especialmente en circuitos con numerosas curvas, donde la drástica reducción de la aerodinámica ha terminado por elevar hasta cinco segundos los tiempos por vuelta respecto a anteriores temporadas.
Si bien el progresivo desarrollo de los coches parece haber permitido que se comiencen a igualar los registros de los V8, el ahorro de combustible y la degradación de los neumáticos han obligado a los pilotos a gestionar de forma milimétrica cada vuelta, de tal forma que la competición ha adquirido un carácter más calculador en comparación con aquellos años en los que la velocidad pura determinaba el desarrollo de las carreras.
Dicha variación en el funcionamiento del Gran Circo constituye un motivo de preocupación para Montezemolo, quien lamenta que los pilotos "deban ahorrar gasolina y neumáticos, en vez de ser rápidos. Eso ya no lo entiende ningún espectador, tanto delante del televisor como en la tribuna. Antes simplemente ganaba el mejor hombre con el mejor coche", ha destacado.
