Hamilton, nuevo líder del Imperio de la Estrella con la cuarta seguida
Solo hay sitio para un Darth Vader en el Imperio, y en el de Mercedes ésa posición dominante ya está en manos de Hamilton. Es su lugar natural, su abandono en Australia solo retrasó lo inevitable porque a Rosberg su talento no le da para superarle. Cuarta victoria consecutiva del británico, primera que consigue en Barcelona, que le lleva a liderar la clasificación del Mundial con la redonda cifra de 100 puntos.
El cuarto capítulo de la lucha entre las flechas de plata, una serie que tiene pinta de durar todo el año, ha transcurrido con un duelo muy ajustado. Lewis mantuvo sin problemas su posición en la salida y Nico fue por la misma senda hasta la primera parada, cuando optó por tomar un camino diferente montando los neumáticos duros. Eso le permitió llegar al final con ventaja de compuestos y le respiró muy cerca al inglés en la última vuelta, pero no le fue suficiente.
Igual que sucediera ayer, Ricciardo les ha acompañado en la foto de los tres primeros. Primer podio para el australiano (segundo que ha podido disfrutar), que se vio superado por Bottas en una potente salida del Williams, aunque luego le adelantó con su primera parada. La pérdida de plazas del finlandés no acabaría ahí, el otro Red Bull, que venía desde el inframundo de la parrilla, también le arrebataría una posición.
Y es que hoy sí que hemos visto al Vettel que nos aburrió durante cuatro años. Con un chasis mejor adaptado a su pilotaje, el alemán ha sido el protagonista del mayor recital de la carrera, superando todos los obstáculos que se encontró ayer (sin poder luchar en la Q3 y penalización de cinco plazas por cambiar la caja de cambios) para culminar una remontada de once posiciones que le ha dejado a un puesto del podio tras su compañero de la eterna sonrisa.
Tres paradas para Seb, las mismas que ha tenido que hacer Alonso, pero con una notable diferencia. El asturiano solo ha sido capaz de ganar un puesto, el de Räikkönen. Superar al finlandés y mantener su invulnerabilidad en el box rojo es el poco consuelo que ha tenido Fernando, que tuvo que adelantar su segunda parada unas siete vueltas para pasar a Kimi al final con una maniobra marca de la casa. Llegó a rodar cuarto, pero eso solo fue un cruel espejismo.
Eso sí, aún más cruel y deprimente fue ver cómo en la última vuelta los Mercedes doblaban a Räikkönen, el séptimo clasificado, dándole a Iceman la segunda bofetada del día tras la de Alonso. Y si a eso le sumamos los 48 segundos que le han endosado los de la estrella a su acompañante en la ceremonia del champán podemos hacernos una idea del desolador panorama que tenemos por delante.
Grosjean y los Force India han ocupado las últimas plazas de puntos. Con su octavo, Romain consigue los primeros puntos para Lotus, que debe confiar en el francés todas sus alegrías porque mientras él les ponía una sonrisa Maldonado acumulaba otro despropósito en su curriculum al golpear alocadamente a Ericsson y ser penalizado con un Stop & Go de cinco segundos.
Pérez ha vuelto a superar a Hulkenberg, como en Baréin, y los McLaren suman su tercera carrera seguida sin puntuar a pesar de que el viernes apuntaban a hacerlo y Button salía octavo. Por detrás de ellos, Massa en la 12+1, muy lejos del FW36 de Bottas, y Kvyat, único Toro Rosso en ver la bandera a cuadros tras el abandono de Vergne, por un problema en el escape, con el que ha culminado su desgraciado fin de semana. En 15 días Mónaco, que vayan acicalando el podio para los jefes del Imperio…
