El nuevo reglamento de la Fórmula 1 puede aplazarse hasta el 2018
Los directores técnicos de la Fórmula 1 estudian la posibilidad de retrasar la implantación del nuevo reglamento técnico del 2017 al 2018, según informa la publicación germana Auto Motor Und Sport. Al parecer, existe una sensación en el paddock de no haber dedicado suficiente tiempo a acordar el verdadero objetivo que persiguen las nuevas reglas, probar el efecto de la nueva aerodinámica en los túneles del viento o incluso asegurarse de que la mayor dotación de potencia en los monoplazas no irá exenta de un menor número de adelantamientos sobre la pista a través de un efecto contrario al deseado.
La Fórmula 1 necesita, por tanto, más tiempo e investigación si quiere dejar atados todos los cabos y asegurarse de que esta revolución técnica convierte las carreras en un verdadero espectáculo para los aficionados: "Crear un concepto adecuado y asentarlo posteriormente en un reglamento hasta finales de febrero de 2016 es una gran tarea. En 2009, el grupo de trabajo en los adelantamientos tuvo dos años para trabajar en las propuestas, y llevamos el concepto cinco veces al túnel del viento. Debemos dar el próximo paso. Considero que la entrada (del reglamento) en 2017 es demasiado ambiciosa. Vamos a ir justos de tiempo", explica Pat Symonds.
Symonds: "Crear un concepto adecuado y asentarlo es una gran tarea"
El director técnico de Williams confirma que solo Ferrari y Red Bull apoyan la idea de introducir el nuevo reglamento en 2018, ya que "quieren que algo cambie con la esperanza puesta en que puedan reducir la distancia con Mercedes lo antes posible”. Sauber, Force India y Lotus no parecen respaldar la propuesta: "Eso les cuesta demasiado dinero", indica el británico, quien alerta sobre la posibilidad de que se repita el efecto del 2014 y las ideas para el 2017 no contribuyan a aumentar el espectáculo en los Grandes Premios: "Con los coches actuales debes ser un segundo y medio más rápido para efectuar la maniobra de adelantamiento con seguridad. El problema es que fueron diseñados para hacer que adelantar fuera fácil".
Y es que, efectivamente, los ingenieros parecen haber detectado un obstáculo en el reglamento del 2017 que reduciría el número de adelantamientos en las carreras. Al parecer, el nuevo diseño más bajo y ancho del alerón trasero provocaría la aparición de una gran cantidad de turbulencias a lo largo del monoplaza que reduciría la eficiencia aerodinámica en la zona del alerón delantero cuando los pilotos traten de ganar posiciones en pista. Según Auto Motor und Sport, la FIA tarata de hacer frente a este problema a través de la eliminación del llamado 'Vórtice Y250' con una nueva ala delantera en forma de delta, aunque esto sería prácticamente irrelevante a la hora de alterar el comportamiento de los monoplazas cuando rueden uno detrás de otro.
Todos saben que adelantar con coches más rápidos va a ser más complicado
Symonds se muestra pragmático ante esta situación y no descarta que la falta de eficiencia aerodinámica aparezca en otro punto del monoplaza con más turbulencias perjudiciales para efectuar maniobras de adelantamiento: "De esta forma solucionamos el problema en este punto. ¿Pero quién nos dice que no va a aparecer nuevamente en otro lugar? Nadie puede saber de antemano qué formas del alerón delantero van a inventarse los ingenieros en los próximos años". Otro problema añadido al reglamento es la excesiva velocidad de los nuevos coches, entre cuatro y cinco segundos más rápidos que los actuales: "Todos saben que adelantar con coches más rápidos va a ser más difícil".
La F1 busca un equilibrio entre coches bonitos, motores ruidosos, una aerodinámica eficiente y grandes oportunidades de adelantamiento en pista. Sin embargo, los ingenieros más prestigiosos del deporte ya alertan de que no se pueden meter todos estos ingredientes en la 'coctelera' que formará el reglamento del 2017 o 2018. Si a esta situación sumamos el consenso que tendrán que alcanzar los equipos para no comprometer el desarrollo de los motores híbridos actuales, lo cierto es que la 'Fórmula 1 perfecta' se antoja como un concepto idílico pero inconcebible ante la complejidad que ofrecen los monoplazas de hoy en día.
