Esta semana nos bajamos del “ojito derecho” de Mazda, su roadster biplaza, para sentarnos a los mandos de un modelo menos icónico, pero igualmente importante en el desarrollo de la nueva estrategia del fabricante japonés. En esta ocasión probaremos un Mazda CX-5 2.2 SKYACTIV-D AWD con cambio automático y acabado Zenith.