Audi

 

HISTORIA DE AUDI

Los comienzos de Audi se remontan a finales del siglo XIX, cuando el ingeniero alemán August Horch –1868-1951–, funda, en Colonia –Alemania– la empresa Horch, en 1899. Pionero de la industria automotriz, en 1901 rueda su primer automóvil.

Tras varios desencuentros con los socios y algunas dificultades económicas, este ingeniero decide abandonar esta compañía para crear otra bajo el nombre de August Horch & Cie Motorwagenwerke AG; algo que sucederá el 16 de julio de 1909 en Zwickau.

Debido a disputas legales por el uso del nombre Horch, August se verá obligado a cambiar la denominación de la compañía. Así, y siguiendo la sugerencia del hijo de uno de los directivos, nace Audi; que no es, ni más ni menos, que la traducción al latín de la palabra horch, que en alemán significa oír.

Audi Automobilwerke, que así se llamaba la nueva empresa se fusionó, en 1932, con Horch, DKW –1907– y Wanderer –1896– para crear Auto Union AG y hacer frente a las dificultades derivadas de la Gran Depresión de 1929, que afectaba principalmente a la racionalización de los procesos de producción y ensamblaje. El 29 de junio de 1932, nace el primer logotipo de los cuatro aros como símbolo de la alianza de las cuatro marcas sajonas. A su vez, y con el fin de evitar problemas de competencia dentro del grupo, se asignó a cada marca un segmento específico del mercado: automóviles de lujo del segmento medio para Audi, motocicletas y coches pequeños para DKW, vehículos de tamaño medio para Wanderer y vehículos de gran lujo a Horch –especialmente con el alzamiento y posterior crecimiento del partido nazi, a partir de 1933–.

Para 1941, en medio de la Segunda Guerra Mundial, Auto Union pasa a fabricar exclusivamente vehículo militares, algo que casi le costará su desaparición al final de la contienda. La razón es que la administración de la zona de ocupación soviética expropió y ordenó desmantelar todas las fábricas de la empresa, lo que propició que Auto Union AG se diese de baja en el registro mercantil, en 1948.

Sin embargo, un golpe de suerte, unido a los préstamos del gobierno de Baviera y a las ayudas del Plan Marshall, permitió que en 1949 se registrase el nuevo nombre de Auto Union GmbH y surgiese una nueva fábrica en Ingolstadt, donde lleva la sede desde entonces.

Entre 1958 y 1964 se producirán una serie de cambios que llevarán a Auto Union a ser adquirida por Daimler-Benz AG primero y por Volkswagen después; hasta formar parte completa de la misma, a finales de 1966. Tres años después –1969– se fusionará con NSU Motorenwerke AG, el mayor fabricante de motocicletas de la década de 1950.

Unos meses antes de finalizar la fusión aparecerá el primer Audi 100 –en 1968– y, cuatro años después será el turno del primer Audi 80 –que servirá de base para el Volkswagen Passat en 1972–. Incluso el Audi 50 será rebautizado como el Volkswagen Polo en 1974.

En 1985 pasó a denominarse Audi AG, su nombre actual y volvió a establecer su sede en Ingolstadt, Baviera.

 

¿QUÉ SIGNIFICAN LOS CUATRO AROS DE AUDI?

Si se hiciese una lista de los anagramas o logotipos que despiertan mayor curiosidad de los aficionados al mundo de los coches, el de Audi estaría seguro en el top cinco de ella. ¿Qué significan esos cuatro aros unidos? ¿Tienen algo que ver con los juegos olímpicos?

Pues aunque la historia podría estar llena de épica y simbolismo, como le sucede a los toros de Lamborghini, lo cierto es que el logotipo de Audi no es, ni más ni menos, que la representación gráfica de la unión de cuatro fabricantes de automóviles diferentes: Audi, DKW, Horch y Wanderer, cuyos emblemas entrelazados representaban a Auto Union AG. Éste ha servido como anagrama desde la década de los años 30, ya que, por aquel entonces, era el segundo grupo automotriz más importante de Alemania.

Los cuatro aros, tal cual se conocen en la actualidad aparecerían después de la adquisición por parte del grupo, de NSU, que además propició el cambio de nombre a lo que hoy es Audi AG.

 

INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA COMO CARTA DE PRESENTACIÓN

Audi es una de esas marcas que ha alcanzado el éxito y se ha posicionado como un referente del automovilismo a base de mucha inversión en tecnología y en publicidad. De contar con modelos testimoniales en la década de los 70 a liderar junto a Mercedes-Benz y BMW la armada alemana.

Su trabajo de desarrollo técnico es tan antiguo como importante en el mundo de la automoción, y es que, por ejemplo, el Audi Typ K –Audi Tipo K– fue el primer modelo fabricado en Europa en equipar el volante en el lado izquierdo; lo que ayudaba a mejorar la visión de los vehículos que se acercaban en sentido contrario.
También fue uno de los primeros fabricantes, junto con Volvo, en realizar pruebas de impacto de sus vehículos, aún en la época de Auto Union AG.

Su preocupación por ofrecer productos de calidad y duraderos les llevó a ser uno de los primeros en galvanizar las carrocerías de sus coches –un proceso que, además de aportar un buen acabado a los automóviles, les protegía de la corrosión–.

Sin embargo, una de sus grandes cartas de presentación y por el que Audi es mundialmente conocido es por su sistema de tracción a las cuatro ruedas, denominado Quattro. Nacido en la década de los 70 como solución para aportar mayor seguridad en la conducción, a principio de los años 80, y especialmente con la llegada de los grupo B del campeonato del mundo de rallies, la firma presionó para homologar este tipo de tracción en estas competiciones deportivas: El resultado fue un dominio aplastante del Audi Quattro y la instauración, de manera permanente, de un sistema de tracción total en la máxima categoría del mundo de los rallies.

Tan importante fue que durante esa época, todos los esfuerzos de Audi se centraron en equipar sus coches de competición de diferentes categorías, como escaparate para el mundo.

La otra gran seña de identidad de la casa de los cuatro aros es el motor TDI, que fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1989. Este propulsor de cuatro cilindros fue toda una revolución en su época ya que ofrecía muy buenas prestaciones, reducía el ruido de camión de los clásicos Diesel y, sobretodo, conseguía unas cifras de consumo nunca vistas hasta la fecha.

Como dato curioso, tienen acuñado uno de los eslóganes publicitarios más famosos de la industria del automóvil que es "Audi…a la vanguardia de la técnica". Este data de 1971. También es muy reconocible el anuncio de un Audi A6 Quattro subiendo la rampa de un trampolín de esquí, en el año 2005.

 

AUDI EN COMPETICIÓN

La historia de Audi en el mundo de las carreras al más alto nivel está repleta de éxitos ya desde sus inicios. Tan extensa es que aquí solo se reflejará una pequeña parte de todos sus logros, en sus más de 100 años de historia.

La tradición de la marca con la competición se remonta a principios del pasado siglo. Mientras DKW y NSU, fabricantes inicialmente de motocicletas, cosechaban numerosos triunfos en carreras de dos ruedas; los años 30 y 40 fueron la época en la que, las flechas plateadas – debido a las carrocerías de aluminio carentes de pintura– forjaron el nombre de Auto Union y Audi en las carreras.

RALLYES

Es la disciplina por la que son más conocidos, especialmente en la actualidad, y que les ha servido para forjar una leyenda. El sistema de tracción total Quattro con el que Audi irrumpió en los rallies a principios de los 80, cambió para siempre el paradigma de esta competición, desterrando a los vehículos de dos ruedas motrices y alzando a los vehículos con un sistema a las cuatro ruedas. Su superioridad fue tal, especialmente en condiciones de baja adherencia como tierra, hielo y nieve; que obligó al resto de fabricantes que querían competir –como Lancia, Peugeot o Ford– a adaptar a sus modelos y pasarlos a las cuatro ruedas motrices.

En esta década de los 80, Audi compitió con el equipo Audi Sport y consiguió dos títulos de constructores –1982 y 1984– y dos de pilotos, con Hannu Mikkola en 1983 –subcampeón en 1984–  y Stig Blomqvist en 1984 –subcampeón en 1985–. Sin embargo, uno de los hitos más reseñables fue el subcampeonato de 1983 de Michèle Mouton, considerada como la más famosa y exitosa mujer piloto de rally de todos los tiempos.

En todos los casos, las victorias las consiguió el Audi Quattro en diferentes versiones, tanto del grupo 4 como del grupo B –quizás los más recordados–. Además de su sistema de tracción total, otro signo característico de este modelo fue su motor de cinco cilindros turbo, que emitía un sonido muy característico y que llegó a rendir hasta 650 caballos, según versiones y disciplinas en las que competía –como por ejemplo el rallycross–. Debido a criterios de homologación FIA, existieron versiones de calle de este modelo que actualmente cotizan por encima de las seis cifras.

 

ESTADOS UNIDOS

Con un éxito aplastante en el mundo de los rallies, Audi pronto entendió la importancia de exportar ese marketing de las carreras al mercado norteamericano, por lo que inscribió diferentes vehículos en varias competiciones de aquel país.

Sin duda la más recordada es la subida al monte Pikes Peak, de la cual fue vencedor absoluto, de manera consecutiva, en las ediciones de 1984 a 1986 con Michèle Mouton, Bobby Unser y Walter Röhrl respectivamente.

No contento con ello, también decidió correr en circuitos. En 1988, entró en la Trans-Am con el 200 turbo quattro a través del equipo Group 44 Racing de Bob Tullius. El coche estaba equipado con el sistema Quattro y el motor de cinco cilindros turbo. El coche fue pilotado por Hurley Haywood y, con Walter Röhrl y Hans-Joachim Stuck, ganó ocho de las trece pruebas. Tal fue su dominio que al año siguiente la normativa de la SCCA, que era quien lo regulaba, cambió  el reglamento para que sólo pudiesen correr coches con tracción a dos ruedas y prohibió los motores no americanos.

Con la desaparición de los Grupo B del campeonato del mundo de rallies, algunas unidades se prepararon para correr en la recién creada categoría de los Grupo A, donde Lancia dominaba con mano de hierro. El Audi 200 se convirtió en el primer coche con tracción a las cuatro ruedas en ganar el Rally Safari, en 1987, con Hannu Mikkola al volante.

 

TURISMOS

En este apartado se recogen tanto las victorias en el DTM clásico como en los modernos GT3; así como en otros campeonatos como el Mundial de Turismos o el Campeonato Británico.

En el DTM tiene, hasta la fecha, un total de ocho campeonatos de constructores entre 2004 y 2020 con dos monturas diferentes –el Audi A4 en diferentes versiones y el Audi RS5–.  En lo referente a pilotos su éxito es aún mayor con un total de 10 campeonatos con seis pilotos diferentes – Laurent Aïello, Mattias Ekström, Timo Scheider, Martin Tomczyk, Micke Rockenfeller y René Rast–; entre 2004 y 2020.

Por su parte, en el campeonato británico de turismos consiguió proclamar vencedor del certamen a Frank Biela en 1996 con un Audi A4, desarrollado por Audi Sport UK. Un año antes hizo lo propio en el mundial de turismos de 1995.

En el V8 Superstars consiguió la victoria de constructores en 2006 gracias a Audi Sport Italia y su Audi RS4.

 

FÓRMULA E

En este campeonato aplastó a sus contrincantes en la temporada 2017-2018 con pleno absoluto. El campeón fue Jean-Éric Vergne seguido de su compañero de equipo Lucas di Grassi, ambos, expilotos de Fórmula 1. El campeonato de marcas también fue para Audi ABT. Anteriormente, en la temporada 2015-2016, Lucas di Grassi había conseguido otro subcampeonato de la mano de la misma escudería. 

 

LE MANS

En la más alta categoría de las competiciones de resistencia ejerció un dominio aplastante durante la primera década del siglo XXI. Entre el año 2000 y el 2014 consiguió un total de trece victorias con diferentes modelos –primero con el Audi R8 LMP, después con diferentes versiones del Audi TDI y finalmente con el Audi R18 e-tron Quattro–. Sólo el certamen del 2003 –conseguido por su homólogo Bentley Speed 8– y el 2009 –con Marc Gené al volante del Peugeot 908 HDI FAP– estuvieron fuera de su alcance. Siete de estas victorias fueron a parar a Tom Kristensen, apodado Mr. Le Mans. La vuelta de Porsche en 2015 cortó su racha en la gran carrera de la resistencia.