Alonso da las claves de su defensa ante Pérez: gestión de neumáticos, líneas diferentes y las tres últimas curvas
Max Verstappen fue el claro vencedor del Gran Premio de Brasil, sin embargo, los protagonistas fueron otros. Fernando Alonso y Sergio Pérez protagonizaron una intensa batalla por la última posición del podio que duró hasta la línea de meta, de hecho, la cruzaron con sólo 53 milésimas de diferencia. Fue Alonso quien terminó por delante después de una defensa y un adelantamiento magistrales, que se gestaron a fuego lento en Interlagos.
La carrera de Interlagos tuvo unas últimas vueltas de infarto gracias a una férrea batalla entre Alonso y Pérez. El asturiano estuvo acomodado toda la carrera en la tercera posición, pero el piloto de Red Bull venía remontado por atrás y llegó a él en los últimos compases de la prueba. El potencial y la superioridad del RB19 hicieron pensar a muchos que Pérez tardaría poco en superar al Aston Martin y abrir hueco. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Alonso realizó una gran defensa, que a muchos les recordó a la que protagonizó con Michael Schumacher en Imola 2005, que le sirvió para llevar al límite al piloto mexicano. Pérez sólo tuvo una oportunidad de pasarle a dos vueltas para el final y Alonso, que no tiró la toalla en ningún momento, se la devolvió en la última vuelta. Cruzando así tercero la línea de meta, separados por sólo 53 milésimas.
La gesta del asturiano no ha pasado desapercibida, son muchos los que han alabado lo que hizo en Interlagos con el AMR23, y ha sido el propio piloto quién ha dado las claves sobre cómo se fraguó esa defensa y posterior adelantamiento. "Cuando corres delante de otro coche, tienes mejor carga aerodinámica, tienes aire limpio y eso tal vez fue bueno para la gestión de neumáticos", ha explicado Alonso en declaraciones que publica el portal web Motorsportweek.
Está de sobra comprobado que seguir de cerca durante muchas vueltas a un monoplaza actual de Fórmula 1 perjudica, el aire sucio es un problema y Alonso supo aprovechar esa 'debilidad' de Pérez. Al igual que supo ver cuál era el punto del trazado donde el mexicano más sufría y sacar partido de esas curvas.
"A él le costaba un poco entrar en las curvas 10, 11 y 12 detrás de otro coche y ese era el juego al que probablemente estábamos jugando", ha asegurado.
"Esas tres curvas fueron cruciales para la oportunidad de adelantamiento y sí, cuando eres el coche de delante, siempre tienes mejor agarre. Al ser el coche de delante tienes una pequeña ventaja en términos de agarre en las tres últimas curvas. Así que sólo me estaba asegurando de no cometer ningún error ahí, porque si lo hacía, 'Checo' saldría demasiado cerca", ha detallado.
Alonso siempre se ha caracterizado por su forma de pensar encima del monoplaza así como por su capacidad para leer las carreras y en Interlagos no fue menos. Además de exprimir el hecho de que Pérez iba en aire sucio y detectar cuáles eran las curvas donde más sufría, Alonso también se dedicó a hacer trazadas diferentes en cada vuelta para impedir que el mexicano le sorprendiera y cerrar así cualquier oportunidad de adelantamiento.
"Estaba usando la energía también en rectas para asegurarme que no tuviera ninguna oportunidad. Y sí, a veces, simplemente cambiábamos de línea. No quería estar siempre en la misma línea. Si el iba por dentro, yo a veces iba por dentro y otras por fuera", ha expresado.
"Así que no tenía una dirección clara para que él pudiera cambiar realmente la línea y aprovechar la oportunidad para tomar un poco de aire limpio. Así que sólo estaba tratando de generar algo de turbulencia en su parte delantera", ha apuntado.
La batalla fue intensa, pero ambos la disfrutaron. De hecho, tras la carrera, ambos se fundieron en un abrazo y no dudaron en deshacerse en halagos, pues los dos coincidían en que no con todos los pilotos de la parrilla puedes hacer esas maniobras.
