El primer Lamborghini 350 GT, restaurado por la marca
Polo Storico es la división oficial de coches clásicos de Lamborghini, dedicada a su restauración, catalogación y demás requisitos para dar al legado de la marca el respaldo y mimo que se merece. Ya han actuado sobre varios coches, pero el que se exhibirá en el Retromobile de París es muy especial.
Se trata del chasis 0121 del Lamborghini 350 GT, y eso significa que es uno de los 15 primeros coches que la marca de Sant’Agata Bolognese construyó. Y es el primero que ha vuelto a casa para ser restaurado.
Y por ello, en Lamborghini no han escatimado esfuerzos. Se han empleado 1.150 horas para devolver el interior a su esplendor, y 780 horas al aspecto mecánico del primer deportivo de la marca del toro bravo.
Pero para hacer bien un trabajo, hay que hacerlo como se hacía entonces. Por eso, Polo Storico se puso en contacto con los proveedores históricos, de modo que estos les proporcionasen las piezas exactamente iguales a las originales.
El 350 GT debutó en el Salón de Ginebra de 1964, y es famoso por ser la respuesta de Ferruccio a la bravuconada de Enzo Ferrari de que se dedicase a sus tractores. No siempre las gallardías y los egos salen bien, y el vecino de Maranello se creó un rival en su propia tierra. Con un motor V12 de 3.5 litros que entregaba 275 caballos, y un diseño de Carrozzeria Touring, el 350 GT era una novedad en aspecto y en técnica, con suspensiones independientes cuando muchos aún usaban ballestas y ejes traseros tipo De Dion. Sólo se fabricaron 120 ejemplares.
En este, en concreto, el motor ha visto reconstruida su refrigeración, frenos y sistema de combustible. La piel negra del interior fue reconstruida según los métodos antiguos, y también el volante, los pedales, palanca de cambios, e incluso la radio original fue puesta de nuevo en funcionamiento. Las ruedas fueron restauradas por el auténtico proveedor, Ruote Borrani, y se le han puesto sus neumáticos originales, los Pirelli Cinturato.
Sencillamente, el 350 GT ha renacido en las manos de quienes lo hicieron nacer por primera vez. Porque no hay nada como el hogar para volver a sentirse como nuevo.
