Nürburgring, un Porsche Cayman GT4 y manos, muchas manos
Un Porsche Cayman GT4. Tracción trasera, motor bóxer de seis cilindros y 3.8 litros, 385 caballos.
El Nordschleife, el 'Infierno Verde': El gran reto.
A priori, dos ingredientes que aseguran diversión. Pero juntos pueden ser un problema. Salvo que tengas unos reflejos magníficos, como los de este piloto. Tras pasar por Flugplatz, el piloto pasa a toda velocidad por la zona que lleva hasta Schwedenkreuz, una curva a izquierdas bastante rápida. Allí empiezan los problemas.
A 227 kilómetros/hora, pone una rueda en el césped. Y comienza el viaje descontrolado hacia Aremberg. El choque es inminente. Pero pese a estar en mitad de dos cercanos muros, jamás los toca. Gira, vuelve a girar, juega con freno y algo de acelerador. Lo salva.
Sí. Acaba en la puzolana de Aremberg, y retoma la marcha. Es, sin duda, una de las salvadas más impresionantes que hemos visto nunca.
