¿Pierden los coches potencia con el paso de los años? Sí, y esta es la razón
Muchos se preguntan si un coche conserva la potencia original durante toda su vida útil o si en algún momento pierde parte de la misma. Lo cierto es que el paso del tiempo lo deteriora todo y eso hace que los caballos entregados por el motor se acaben viendo resentidos. Te explicamos las razones.
Quizá en algún momento te has preguntado si la potencia de un coche se mantiene intacta desde que sale del concesionario y hasta los últimos días de su ciclo vital. La respuesta es que no y, de la mayor o menos pérdida de caballos, todo dependerá del mantenimiento general del coche.
La razón lógica y obvia, es que la potencia tiene que atravesar otros componentes antes de llegar a las ruedas y que se produzca el movimiento. Todos esos elementos también se deterioran y dar lugar a pérdidas de energía. Es decir, el motor del coche en sí sigue siendo el mismo y a buen seguro entregará la potencia original si su mantenimiento es el adecuado y recibe el aire y la mezcla de combustible ideal. Pero parte de la fuerza se perderá de camino a su meta.
Hay que tener en cuenta que los pistones se desgastan mientras trabajan y eso da lugar a que el sellado entre la cabeza del pistón y el cilindro pierda su eficacia. El aire, el aceite y el combustible ya no se mantendrán en las proporciones óptimas de trabajo para las que fue diseñado ese bloque motor y de ahí que podamos hablar de pérdidas de caballos.
De la calidad de los materiales, dependerá por tanto que esta pérdida aflore antes o después o incluso en mayor o menor medida. Lo cierto es que pocos conductores son capaces de apreciar estas bajadas de potencia, sobre todo aquellos que acostumbren a cambiar de coche cada pocos años o si adquieren un automóvil premium, de esos que se fabrican cuidando todos los detalles, desde el primer tonillo
Parece lógico que sea complicado darse cuenta de que un automóvil que rendía 150 caballos el primer día, tras varios años sólo disponga de una potencia resultante de 125 caballos. Pero lo cierto es que en cierto modo se puede ver con las subidas de consumo, que no son más que una señal de que hay una pérdida de este tipo. La razón es tan sencilla como que la mecánica tendrá más dificultades para mover 1.400 kilos sirviéndose de 125 caballos que cuando tenía 150. Y eso hará que pida más combustible.
En este vídeo podemos ver una prueba de una unidad del Ford T de 1915 en un banco de potencia. Más de 100 años en un coche que claramente ha necesitado ciertos arreglos y que el mismísimo Henry Ford publicitó con 20 caballos. Para ello, incorpora un motor de cuatro cilindros y 2.9 litros.
A sabiendas de todo lo anterior, la potencia que registra finalmente este coche es de 13 caballos, por lo que Henry no vendió algo lejos de la realidad. Hay que tener en cuenta que la transmisión que utiliza no está al nivel de las de última generación y que han pasado una centena de años. A saber cuántos coches de los actuales seguirían arrancando tras cumplir una edad similar.
