Seat: 60 años de 'autoemoción'

Nacía una marca española de automóviles al alcance del pueblo español, puesto que convivía con los deportivos y prohibitivos Pegaso. Se iniciaron las obras para la planta de la Zona Franca, de la que el primer modelo saldrá un 13 de noviembre de 1953: es un Seat 1.400, con el 80% de las piezas producidas en suelo nacional. Tenía 925 empleados y producía cinco coches al día.

Años 50: Seat 1.400

El crecimiento fue tan rápido, que en 1954 ya había lista de espera para entregar los vehículos, y en 1956 se fabricaban 10.000 coches al año. El 93% del parque automovilístico en el país llevaba el emblema de Seat.

Y buena parte en el aumento de demanda en ese momento y en años venideros fue a causa del modelo que marcó la historia de la compañía y de España: el 600. Sí, bajo licencia Fiat, pero era nuestro 600, que aún hoy, incluso los más jóvenes, miran con el cariño y el respeto que el coche se merece.

Pero Seat no sólo era eso. El 1.500 era todo un despliegue de coche de representación, especialmente en su versión bifaro, que fue utilizado por el gobierno para los actos oficiales. Era amplio, era estable, y sus líneas elegantes lo distinguían de inmediato en las calles.

Años 60: Seat 600 E

Años 60: Seat 1.500 familiar

Sin embargo, Seat también sabía hacer deportivos. Y ahí destacan, en 1967 y siguientes, el 850 Coupé y Sport Coupé, o el 850 Spider, un descapotable que era una delicia de diseño, y que aún hoy es viva muestra de la belleza en un coche de la marca. Y un poco después, el 124 Sport.

Es en los años 60, cuando la factoría crece hasta los 420.000 metros cuadrados, se instala toda una red de talleres oficiales de la marca en las ciudades de más de 10.000 habitantes. La marca se expande y se hace con la planta de Landaben, en Pamplona, adquirida tras la quiebra de Authi. La mitad de los coches en España, eran… españoles.

Mítico también el 'bocanegra', o 1200/1430 Sport. Pero en realidad, son tantos los modelos que han marcado a este país, que no podríamos nombrarlos a todos. Más aún cuando estamos ante una compañía que mira al futuro con decisión y paso firme.

Hoy, la planta de Martorell ocupa 2'8 millones de metros cuadrados, y Seat produce 400.000 coches al año, de los cuales el 80% se exportan. La compañía goza de muy buena salud y dentro del grupo VAG está llamada a ser protagonista de grandes retos del futuro.

Como ejemplo, Volkswagen estaría considerando instalar en Barcelona su central para el control y registro de los coches conectados a la nube, lo que da toda una serie de parámetros sobre los vehículos y su modo de uso que son fundamentales para futuros desarrollos y mejoras.

Pero es que a la vez, la escuela de aprendices de Seat cumple 60 años creando profesionales de la automoción, lo cual no es sino digno de alabanza y gratitud por el esfuerzo que supone la implicación con la educación en una vertiente tan específica como el mundo del automóvil.

Y acaban de sacar al mercado un modelo como el Ateca, en el segmento de los SUV, que destaca no sólo en diseño, sino en la incorporación de tecnologías de primer nivel que suponen un salto hacia el futuro.

Por pedir, podríamos pedir algún deportivo al estilo de los Spider, 850 Coupé o el 'Bocanegra', pero la verdad es que con la serie Cupra no nos podemos quejar demasiado. Eso sí, siempre sabemos que podemos esperar sorpresas del centro de diseño de Seat, y de su planta de producción. Llevan 67 años llenándonos de satisfacciones.