la exclusividad en la competición de motor

¿Qué necesita la Fórmula 1?

Santi Torres
26/12/2014 20:04

Contratos, acuerdos, patrocinadores, política… Todas estas palabras las sabemos relacionar directamente con algún piloto o miembro del paddock de la F1. Me vienen a la cabeza nombres como Ron Dennis, Red Bull, McLaren, Ferrari, Christian Horner y, cómo no, el jefazo. Bernie Ecclestone. Un negocio que ha sido llevado a lo más alto por este pequeño hombre, y que parece que ha empezado el descenso. Y pueden sacarse varias causas al debate.

Primero de todo lo ya planteado en otro artículo de mi puño y letra: el ruido de los motores, la velocidad en pista y la tan citada tecnología. Muchas voces dentro del paddock quieren que los coches sean más complicados de conducir, que sean ruidosos y encima bonitos. No podemos negar las formas un tanto curiosas –por llamarlas de alguna forma- de la FIA para cumplir lo último, pero eso no quita renombre a la categoría: sigue siendo competitiva. Con motores más cortos de cilindros y el uso de tecnologías híbridas se han estado a punto de batir récords con más de diez años de vigencia. Por eso mismo, yo descartaría la imperiosa necesidad que algunos venden de volver a los V10 o los V8.

La segunda causa que nos puede venir a la mente es la monetaria. ¿Reducimos costes o permitimos el despilfarro? La crisis económica actual nos indica que la solución lógica sería reducir el gasto de los equipos. Se invierte mucho en tecnologías nuevas y después se pide que ahorren los equipos. Una incongruencia promovida por Max Mosley en su momento y de la que estamos ya viendo las raíces: promesas incumplidas, equipos con presupuestos mínimos y los de arriba siempre sacando tajada. La F1 es política, y por eso creo que es un ecosistema diferente. Los intereses siempre tienen puntos de contacto los unos con los otros: acabarán solucionándose de una forma u otra. Esta segunda causa llega con una repercusión más individual: los pilotos de pago.

¿Es la F1 el lugar de los mejores? Posiblemente sí. Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Sebastian Vettel… No dudo que sean los tres mejores pilotos a nivel mundial ahora mismo, aunque me gustaría verlos en otras competiciones, sin dejar de lado la ‘categoría reina’. La elitista F1 enamora a muchos y la propia política de ser ‘piloto de F1’ y no ‘piloto de carreras’ crea una división en el mundo motor. Ser de los elegidos, ser uno de esos veinte locos que se juegan la vida en prototipos creados especialmente para correr. Mucha gente va a lo ‘fácil’, y otros muchos pilotos no quieren sentirse oprimidos en el cockpit y fuera de él. La migración hacia categorías más alejadas de la exclusividad e la F1 es un hecho. La libertad de elección en el circo viene en latas con firmas de terceros en la base. Y eso a los pilotos de pago no les molesta más que pagarse ellos mismos el asiento.

Dejando de lado los que vienen con más maletín que brazo, ¿se imaginan a un piloto de F1 corriendo una carrera que no sea de F1 en el transcurso de una temporada? Nico Hülkenberg podría romper ese esquema. Esa exclusividad puesta en peligro... En la época moderna los pilotos de F1 no suelen participar en carreras ajenas al gran circo entre temporada. Y eso es uno de los grandes males de esta división: cerrar fronteras. Sólo se abren para pachangas como la Race of Champions y otras pruebas 'amateurs', aunque después de lo sucedido con Robert Kubica en 2011, dudo que los últimos vuelvan a entrar en liza.

Miremos a otro lado. Este año Kurt Busch ha demostrado ser capaz de competir en dos categorías el mismo día. Eso es el double-duty (traducido, el deber doble). El campeón de la NASCAR en 2004 quiso completar un total de 1100 millas -unos 1760 kilómetros- en un día participando en dos eventos: la Indy 500 y la Coca-Cola 600. Ambas son las pruebas más largas en sus respectivas categorías, pero un problema en el motor en el óvalo de Carolina del Norte impidió la gesta. La intentona se grabó y emitió posteriormente en formato documental explicando toda la agenda que siguió el mayor de los hermanos Busch ese día. Eso son beneficios y publicidad.

Con esto no pido que se corran varias carreras en un día, pero sí que haya más flexibilidad. Y en ese sentido agradezco a Force India por permitir que Hülkenberg pueda correr en Le Mans. Eso sí, me parece que empiezan a moverse los hilos del señor Ecclestone para evitar parcialmente la aparición del alemán en el Mundial de Resistencia.

Y es que a Bernie Ecclestone le gustan las cosas únicas. Ser lo mejor y lo único en el mundo. Por algo la F1 es lo que es hoy en día. Sin ello quizá no hubiese llegado a donde está ahora, pero creo que es hora de adaptar parcialmente la globalización. Los eventos publicitarios o las pachangas… eso no es competición como tal. Y creo que a todos nos gustaría ver a los mejores pilotos del mundo competir realmente bajo la misma bandera. ¿Por qué no permiten que suceda? Ya lo saben: contratos, acuerdos, patrocinadores, política. Lo que realmente es la F1 dejando de lado lo que pasa en la pista. Y lo exclusivo no siempre es lo mejor.

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