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Entendiendo el optimismo nipón de Honda: el 'honne' vs. el 'tatemae'

Àlex Garcia
07/10/2015 18:45

A lo largo este 2015 se ha hablado mucho de los malos resultados de Honda en su retorno a la Fórmula 1 de la mano de McLaren, el equipo con el que vivieron sus mayores éxitos en la máxima categoría. Dos marcas históricas, dos grandes nombres con capacidades técnicas más que suficientes para ganar y aún así, los resultados no han estado a la altura. Pero lo que es peor, desde Honda siguen mostrando un optimismo incomprensible. ¿Por qué?

La respuesta rápida es 'porque son japoneses'. Podríamos dejarlo ahí y muchos mostrarían una expresión confusa antes de seguir con una declaración sobre lo raros que son. Y no es que sean raros, sino que tienen una cultura distinta a la occidental -mucho más de lo que puede serlo la americana de la europea- y eso se demuestra en situaciones como la que está viviendo Honda actualmente. Para entenderlo, haría falta una explicación algo más elaborada basada en los conceptos de 'honne' y 'tatemae'.

Los conceptos del 'honne' y 'tatemae' son intrínsecos en la cultura japonesa y quizás surgieran por una necesidad grupal al haber una población tan extensa en un espacio tan reducido. En realidad y sin complicarnos tanto la vida, el 'honne' se refiere a los verdaderos sentimientos y deseos de una persona, mientras que el 'tatemae' es justo lo contrario, la fachada, aquello que debe mostrarse al público por las expectativas sociales y culturales que recaen sobre un individuo.

Desde fuera es fácil criticar a los nipones, acusándolos de mentirosos, hipócritas o, si hablamos de Fórmula 1 y Yasuhisa Arai, 'vendehumos'. Desde Honda se ha prometido por activa y por pasiva un motor competitivo y hasta cuando los resultados están lejos de los puntos, se siguió hablando de victorias y podios en un plazo de tiempo muy corto. ¿Creerá Arai-san de verdad que Honda puede subirse al podio en 2015? No, ni de broma. Pero eso sería mostrar el 'honne' a unos extraños, cosa que no debe hacerse nunca y muchos menos en el mundo profesional.

Las palabras con las que nos ha deleitado Arai-san durante todo este 2015 son en gran medida un ejemplo claro de 'tatemae': la fachada que hay que mostrar. Es mucho mejor decir que van a ganar carreras que admitir que su motor no funciona ni marcha atrás, ¿no? Yendo más lejos, ¿qué diríamos si vieramos a una Honda admitiendo la mala calidad de su producto ante los ojos de todo el mundo? Seguramente, se les acusaría de mostrar una debilidad tan clara, sobre todo en su país.

Pero, ¿para qué sirve el uso del 'tatemae'? Es una forma de mantener la armonía. Algunos dirán que la prensa está reportando luchas internas en McLaren y que armonía, más bien, hay poca. Pero lo cierto es que no hay que dudar que los chicos de Honda saben perfectamente qué problemas tiene su motor. Los jefes lo saben, los ingenieros lo habrán analizado y no hay que dudar, conociendo a los japoneses, que están trabajando duro para subsanar esos problemas, ya sea para 2015 o para 2016.

Seguro que algunos ya están protestando y asegurando que esto de los verdaderos sentimientos y la fachada es algo que existe en todas las culturas del mundo -incluida la nuestra- y que esto ni es justificación ni es un misterio ni es nada particular de los japoneses. Hasta cierto punto, hay que estar de acuerdo. Pero precisamente por ello, deberíamos ser capaces de entender lo que está sucediendo con Honda, su departamento de relaciones públicas y las declaraciones del cabeza de proyecto.

Lo que diferencia a los nipones es el grado de esfuerzo para mantener esa fachada y el nivel al que llevan sus palabras con tal de que esa fachada sea lo más armoniosa posible. Es evidente que Yasuhisa Arai no es tan ignorante como para creer que Honda podía tener un motor para subirse al podio viendo los resultados con los que empezaron. ¿Mintió entonces, sabiendo que era imposible que llegara ese resultado? Evidentemente, y en el sentido de que dijo algo que sabía que no era cierto, sí. Pero hay más.

Arai-san no tenía la intención de mostrar la debilidad de Honda, de 'ofender' a sus compañeros de McLaren al admitir que su producto era -es- deficiente y que no hay solución rápida posible. Mostrar sus verdaderos sentimientos -'honne'- en relación al proyecto habría sido algo considerado de pésima educación en Japón. Ni siquiera se plantearían algo así. Estas acciones tienen relación con otros conceptos también esenciales en la cultura japonesa como es la dicotomía del 'uchi' y el 'soto'.

El primero de estos términos se refiere a 'los nuestros' mientras que el segundo vendría a ser algo así como 'los demás'. Mientras los familiares, amigos y compañeros de trabajo están dentro del grupo 'uchi' -aunque sea en distintos grados-, todos los demás forman parte del 'soto'. El comportamiento debe ser distinto entre estos dos grupos y como los más avispados ya habrán comprendido, sólo es permitido mostrar el 'honne' a aquellos que se cuentan entre los más cercanos.

Por ello, lo más probable es que todas las discusiones, debates y lamentaciones por el rendimiento del motor Honda se hayan producido de puertas adentro. Incluso es posible que algún representante muy educado y que comprenda las mentes occidentales se haya aventurado a disculparse. Pero como se suele decir en España, los trapos sucios se lavan en casa. En Japón no van a ser distintos y para toda la prensa, aficionados y demás queda reservado el 'tatemae', la fachada.

El objetivo es evitar el conflicto. En Asia en general y en Japón en particular existe la tendencia de evitar el conflicto y aún más salvaguardar el honor de aquellos que pertenecen al 'uchi'. Nadie se atreverá a reconocer que no esperan buenos resultados este 2015 porque ello dejaría en mal lugar a los trabajadores de la empresa, a los compañeros, a todos aquellos que están poniendo todo su empeño para que el problema se solucione. Sería una traición a los suyos y eso no entra dentro del plan.

No sería idóneo que ciertos elementos culturales pudieran entorpecer el avance tecnológico de una unidad de potencia -y seguramente en parte de ahí vienen los rumores sobre diferencias culturales entre McLaren y Honda de principios de año- pero también hay que ser muy conscientes de que es la misma cultura que estuvo detrás de los éxitos de Honda a finales de los 80 y principios de los 90. Es más, esa cultura puede afectar el modo en que se les ve desde fuera, pero no debería afectar a su trabajo.

Más allá de debatir sobre si el uso tan extendido y tan global que los japoneses le dan al 'tatemae' -eso sería un tema para otro momento y lugar-, lo que sí se puede hacer desde fuera es descifrar las palabras de los miembros de Honda que se comunican con el público y en particular las de Yasuhisa Arai. Para hacerlo, hay que entender también la posición técnica de Honda, claro, puesto que si estas declaraciones nos parecen escandalosas, es por los pobres resultados que se han visto hasta el momento. Mientras tanto, a esperar.