Alex Palou: mes de Indianápolis tras un segundo puesto en Barber

Ya hace un par de años que vivo en Indianápolis durante la temporada y como un vecino más que soy es bastante bonito ver cómo se va transformando la ciudad a medida que se acerca el gran día. Aquí las 500 Millas son el evento más importante del año y ya hace semanas que se ven casas adornadas con banderas de cuadros y todo tipo de parafernalia. No es la fiesta mayor, pero como si lo fuera.

Este año creo que será más especial que nunca, porque será una Indy 500 con todas las de la ley. Por culpa de la pandemia corrimos a puerta cerrada en 2020 y con aforo limitado en 2021, pero en 2022 será normal y tengo muchas ganas de vivir la experiencia auténtica de las 500 Millas con todos los fans, los eventos y otras cosas. Poco a poco todo vuelve a la normalidad, por más que aquí en Estados Unidos el día a día no ha sido tan restrictivo como en Europa.

Mi agenda también empieza a estar más llena de compromisos con medios de comunicación y patrocinadores, pero sarna con gusto no pica. Al final las 500 Millas son algo muy grande y todo el mundo lo tiene por objetivo, yo el primero. Cuando me proclamé campeón ya me tocó hacer una tournée bastante intensa y ojalá vuelva a ser igual cuando termine la carrera, porque tan sólo podría significar algo bueno.

Lo que de momento ya he hecho es poner el nombre de mi calle, que este año está en pleno centro. Vamos claramente a mejor, porque en mi debut me pusieron en las afueras y el año pasado no tenía un lugar tan privilegiado. Esta vez me han puesto en una de las calles principales de Indianápolis, de modo que todo progresa adecuadamente. Y no es por presumir, pero en el Palou Street está en mejor lugar de desayunos de toda la ciudad. Yo suelo ir a menudo porque me encantan las tostadas de aguacate con huevos que preparan. Es bonito saber que es un lugar concurrido y que mucha gente se saca fotografías con la señal.

La preparación para las 500 Millas empezó a finales de abril con un test de dos días que hicimos justo antes de ir a Barber. No usamos todavía el chasis que llevaremos a la Indy500, pero sí probamos varias piezas que eran las definitivas. Quedé muy contento, más que en 2021. Recuerdo que el año pasado sufrí bastante. Teníamos velocidad, pero en un entrenamiento lo importante es estar contento con el coche y tener la confianza para poder adelantar, porque al final tenemos menos potencia que en clasificación, la carga aerodinámica es distinta y entran en juego los rebufos. Lo principal es estar a gusto y el año pasado no lo estaba, porque no podía adelantar. Esta vez sí que me noté con mucha más confianza y ahora tengo más ganas que nunca de volver a empezar. Hasta la clasificación y la carrera no lo sabremos seguro, pero creo que volveremos a tener un buen coche y yo de momento estoy muy contento de cómo ha empezado todo.

Llevamos tres podios en cuatro carreras. Vamos bien y tenemos un buen equipo. Nos falta el último detalle para acabar de dominar los fines de semana, pero hacer eso es muy difícil en la IndyCar. El año pasado sólo tuvimos una carrera perfecta. Mientras estemos delante de forma regular, estaremos contentos. La carrera rutera de Indianápolis también tendría que ser buena. Quizá no tenemos el mejor coche, pero estaremos delante.

La segunda posición de Barber fue muy buena. Al final en todas las carreras que hemos hecho –menos Texas– hemos estado ahí peleando por ganar la carrera y eso es muy bueno. No hemos tenido el mejor coche ni mucho menos, pero al final en el día de la carrera siempre lo hemos hecho bien y lo hemos sacado adelante. Quizá Barber fue un poco diferente porque todo el mundo estaba ahorrando gasolina y ese circuito no sé por qué ayudó a que la gente hiciera la carrera a dos paradas. Igualmente, jugamos nuestras cartas y conseguimos pasar de quintos a segundos en la última parada, lo cual tiene mucho mérito. Después intentamos pelear con Pato, pero tenía un poco más que nosotros.

Hicimos un test en ese circuito poco antes de la carrera. Nos fue bastante bien, porque al principio nos faltaba bastante ritmo en comparación con los Andretti, que iban un poco más rápidos que nosotros. Habíamos trabajado algunas cosas que nos faltaban durante el test, pero igualmente estábamos un poco por detrás. Sabíamos que íbamos a sufrir un poco, pero nos fue mejor de lo que esperábamos. Teníamos muy buen ritmo y estuvimos entre los cinco primeros en todas las sesiones, y esa es la demostración de que estás ahí. Teníamos más velocidad de la que me esperaba, sólo que en carrera todo el mundo fue muy conservador para ahorrar combustible y eso nos impidió sacar toda la velocidad que teníamos en el coche.

Yo iba cuarto después de la salida y tenía delante tres motores Chevrolet. Por norma general, los motores Honda siempre tienen una vuelta más de gasolina que los Chevrolet, por un tema de consumo. Pero en Barber no fue así y me sorprendió mucho ver que los Chevy tenían tantas vueltas como yo. Yo contaba con alargar mi tanda una vuelta más que los demás, pero no pude hacerlo. Este año están un poco más fuertes tanto en velocidad como en algunas cosas donde estaba mejor Honda, como en el consumo. Está bastante más igualado.

Esa lección nos sirvió para extremar el ahorro de gasolina para la segunda parada y entonces sí que lo conseguimos. Dimos dos vueltas más que los demás y saltamos tres coches de golpe, pasando de quintos a segundos. Creía que como mucho sacaría una vuelta más, pero me faltaban dos o tres curvas para hacer otra y al final la encontramos. Fue vital y al final fue lo que nos dio el podio. Sin esa segunda vuelta extra, estoy bastante seguro de que no lo habríamos conseguido.

El ingeniero me iba cantando los mapas motor que tenía que poner y yo iba jugando con el ‘lift and coast’. Nos faltaban dos o tres curvas para tener una segunda vuelta extra y la conseguimos. La cosa es que cuando ahorras también tienes que pensar en terminar la tanda con una o dos vueltas rápidas, y entonces consumes mucho más, quizá medio galón más, que es una barbaridad. Por eso hay que ir tanto a medio gas, para hacer la vuelta extra y también para ir al 100%. Me dijeron que al final casi no quedaba nada. Nos la jugamos bastante, porque hay veces que tienes vacíos y pierdes todo lo que tenías. Tuvimos la suerte de que no pasó nada malo.

En la parte de la conducción, lo que cambia es que juegas mucho más con las inercias del coche. Levantas el pie del acelerador a 300 o 400 metros de la curva y dejas que el coche se deslice, luego frenas más tarde de lo normal y haces lo mismo en la siguiente recta. El juego consiste en perder poco tiempo y en ser lo más suave que puedas con el acelerador. Lo que cuesta mucho es cambiar de chip cuando te dicen ‘ahora puedes tirar’, porque pasas de ser súper conservador a ir en modo Pole en un abrir y cerrar de ojos.

Con todo esto hicimos un overcut que nos llevó de la quinta a la segunda posición. Me puse a estela de Pato O’Ward con dos vueltas más de gasolina, pero no pude adelantarle. Ahí la gente ya no tenía que preocuparse del consumo y vimos el ritmo real de cada uno, y por eso el grupo se estiró. Al final Pato y yo le acabamos sacando 15 segundos a Rinus VeeKay, que había ido primero carrera hasta la segunda parada. Y no es que Rinus tuviera ningún problema, sino que nosotros simplemente fuimos a nuestro ritmo real sin estar pensando en la gasolina.

Pato tenía un poco más de ritmo que yo. Tenía menos gasolina y tenía que ahorrar más que yo, pero aun así yo lo único que podía hacer era mantener la distancia. No podía atacarle de ningún modo y no hay más. Yo sabía que nosotros éramos rápidos, pero no sabía quién lo sería tanto como nosotros. Está claro que Pato lo fue. El año pasado ya hizo cuarto en Barber con una estrategia a tres paradas y en esta ocasión volvió a ser muy competitivo. Es una lástima que tuviera tan buen fin de semana, pero nosotros podemos estar contentos porque no nos dejamos nada en el tintero. Al final, todo se decidió en la segunda parada. Salí de boxes prácticamente en paralelo con él, de modo que por medio segundo no me llevé la victoria.

LA COLUMNA DE ALEX PALOU: TEMPORADA 2022